El lenguaje de las luciérnagas
Sebastián Ruiz Rivas, autor de la exposición Destellos de la memoria, que acoge el Centro de Arte Contemporáneo Francisco Hernández, Vélez-Málaga. En sus obras quiere capturar la luz fugaz que se cuela a través de las rendijas, en los interiores, en los recintos habitados por el hombre. El artista, al hacerlo pretende materializar lo intangible... Os hablo de esa luz que está siempre en movimiento y camina hacia el infinito, y que se transforma en la huida que hace hacia el espacio cósmico; muriendo y naciendo cada instante ante la mirada contemplativa del ser humano, a quien visita. Cada instante es único e irrepetible en el espacio-temporal. Porque la ‘Nada’ creadora se regenera como energía vital para mostrarse. Me refiero a ese ‘instante’, al que alude la poeta Marta Verdura Aguilar en su poemario Luciérnagas, cuando dice: “Hay que saber irse para poder nacer a lo desconocido. [...] ... Y allí estábamos, nuestras manos fundidas en ese instante lleno de bendiciones donde se detiene el palpitar de un corazón, se apaga el ruido, y se abrazan las esencias”.
Sebastián Ruiz, como ser sensible y soñador, se siente atraído por la magia de la luz y su lenguaje. Descubre y oye el lenguaje de las luciérnagas que iluminan los interiores... Él clama a ‘Fantasía’ para pedir ayuda y corporiza ese instante de diálogo, así consigue anestesiar la mirada en su pintura. Es una mirada que le interroga, porque ha dejado sus propias huellas. Que la principal función del arte es querer trascender dejando las huellas humanas; así lo hizo el hombre de la caverna y lo continuará haciendo. Lo hace por necesidad de manifestarse y de búsqueda del conocimiento. Pretende materializar su memoria en el tiempo y dejarla como herencia, a sabiendas que los recuerdos se perderán en el olvido. Porque nació un día, pero no recuerda cómo fue. Jamás sabrá cuándo morirá, sólo sabe que camina hacia ella. Que vive atrapado en un espacio-temporal de luces y sombras donde lo intangible se manifiesta.
El conjunto de obras que presenta y denomina Destello de la memoria aporta esa conciencia atávica que se hereda: los miedos... Y sobre todo ese miedo al olvido, y con este tema de Olvido nos muestra una serie de obras. En ellas, la mirada de la luz está perturbada, ocurre el suicidio de las luciérnagas. Ese miedo a la pérdida de la memoria y de la identidad que se adentra en esa ‘noche oscura del alma humana’, que nos interroga, pero ahora con preguntas que no sabemos responder.
Sebastián Ruiz quiere quedarse con aquellos recuerdos de infancia, añorarlos. Me confiesa que el arte le ayuda mucho a derribar esas ‘sombras perturbadoras’ que están muy dentro. Ello le hace ser un hombre realizado y feliz. Recuerda que siendo un niño asistió a una semana cultural y descubrió la obra Las Meninas de Velázquez, de ella le llamó la atención la luz que se colaba por la puerta que aparece en el fondo del cuadro, por donde entra un hombre. Desde aquel día se le despertó la inquietud por la pintura, y el arte lo siente, lo vive como realización personal. Enhorabuena, Sebastián, por tu trabajo, tu dedicación y compromiso.