El protagonista es un chico muy solidario, buena persona, amigable, que sin saber por qué tiene un factor H en su sangre que le permite viajar en el espacio y el tiempo y, además, siempre ayuda a los que lo necesitan.

En esta ocasión la historia se inicia en medio de un tsunami en la Isla de Pascua, en el año 1300. Sebas se desliza en una rudimentaria tabla de surf con su mono Mini Sab. Está compitiendo para convertirse en el próximo dirigente de los habitantes de Rapa Nui. Esta prueba se llama Hombre Pájaro y es como un triatlón, pero más bestia.

Os preguntaréis cómo ha llegado allí. Ni el mismo lo sabe. Son cosas que pasan y él no puede controlar. En esta ocasión debe encontrar una planta, la Rapa Vera que florece cada siete años para salvar la vida a su madre. 

Las peripecias se suceden sin tregua. Los lectores nos sentimos arrastrados por una vorágine sin descanso mientras descubrimos datos de sus acompañantes de viaje y nos sentimos partícipes de la historia.

La habilidad de estos autores nos entretienen muy bien. Saben imaginar sucesos con suma habilidad y nos mezclan sus fantasías con hechos históricos que son presentados a los jóvenes lectores de forma amena. Es una recreación histórica es muy atractiva.

Los dibujos nos muestran unos personajes muy definidos y nos los acerca para que los lectores los sintamos más cercanos. Destacan sus ojos, sus expresiones y los movimientos cinéticos que dan vida a la trama. Los dibujos tienen un espacio muy especial en el libro. Hay capítulos narrados en forma de cómic.