Considerada Fiesta de Interés Turístico provincial, el Festival Frigiliana 3 Culturas ha conseguido hacerse un importante hueco en el calendario de eventos de la provincia.

Mucho habría que hablar sobre la realidad histórica de la convivencia en paz de árabes, judíos y cristianos, pero fundamentada o no, lo cierto es que fue este símbolo de unión el que se utilizaba en 2006 como argumento de peso para poner en marcha una actividad cuyo argumento principal era precisamente la convivencia en paz de todas las gentes, fueran las que fueran sus creencias, culturas o credos.
Desde aquel 2006, en el que todas las previsiones del consistorio frigilianense fueron desbordadas por una ingente asistencia de público, no han sido pocos los que han intentado replicar la fórmula del éxito de la localidad axárquica. Sin embargo, 13 años después, el Festival
Frigiliana 3 Culturas perdura y sigue creciendo, mientras que otras apuestas se han ido diluyendo con el tiempo.

Seguramente buena parte del éxito de este evento se deba a la mezcla de una serie de condiciones que se dan en Frigiliana, y solo en Frigiliana: el encanto de sus estrechas, empinadas y sinuosas calles, con nombres de personajes tan emblemáticos en el devenir la revuelta morisca en la Axarquía como Xorairán o Hernando el Darra, el blanco impoluto de sus fachadas, cuyo reflejo del sol llegará a deslumbrarnos durante el día, las figuras que se muestran en el
empedrado único de su casco antiguo, el entorno natural a las faldas de la Sierra Almijara, el recorrido por el Barribato a través de doce paneles cerámicos que mantienen vivo los ecos del devenir de miles de moriscos en aquella sangrienta batalla de 1569, o el sabor a pueblo, a puro pueblo, que aún permanece en las partes más altas de su casco antiguo...
Sea como fuere, 13 años después, Frigiliana, hoy considerado oficialmente como “Uno de los Pueblos más bonitos de España”, lo que muchos ya sabemos desde hace décadas, se prepara para recibir con sus mejores galas a las más de 30.000 personas que deambularán por
sus calles durante los cuatro días del Festival 3 Culturas, una apuesta lúdica, cultural y festiva que ha calado en el público hasta tal punto que la práctica totalidad de la oferta hostelera del municipio colgó el cartel de completo hace ya semanas.

Cientos de banderolas cosidas a mano por las asociaciones de mujeres de la localidad servirán para adornar, quizás de forma parecida a como se hiciera hace siglos, los espacios del festival, eso sí, con bordados tan dispares como cruces cristianas, medias lunas árabes o estrellas
de David, recordándonos a cada paso que estamos en el 3 Culturas y no en una feria de pueblo más. En nuestro paseo por las calles del pueblo no nos abordarán trovadores medievales, pero
sí nos toparemos con compañías de teatro que, de nuevo con el telón de fondo de la historia y las 3 Culturas, nos harán viajar en el tiempo entre risas y cierto mensaje para hacernos pensar.

Nuestro caminar por las calles de Frigiliana estará lleno de colores, olores y sabores, los que desprenden los más de 100 puestos del mercado de las 3 culturas, una vez más con sabor a pasado, a historia. La música será nuestra incesante compañera, y no solo por los tres espacios habilitados para conciertos, sino porque, literalmente, ésta emanará desde cada rincón. No haría falta mucho más para disfrutar de Frigiliana durante estos cuatro días, pero hay más, mucho más.
La Casa del Apero, antiguas caballerizas del que fuera palacio de los condes de Frigiliana y hoy fábrica de miel de caña, es el espacio más cercano e íntimo para disfrutar de la música en vivo. Un pequeño patio alberga el escenario en el que el público vive en primera persona cada
nota o, el domingo, por tercer año consecutivo, la representación del que fuera uno de los episodios históricos más tristes de la historia local, La Cabalgada de Frigiliana. 

Este año, por primera vez en 13 años de historia, se aprovechará uno de los edificios históricos y más emblemáticos del pueblo, la iglesia, para albergar la música en vivo. Qué hay si no más integrador que usar el propio templo cristiano para que desde su interior emanen notas
sefardíes o moriscas.
Y, como no, el bullicio y jolgorio que alberga el gran escenario de la Plaza de las 3 Culturas, donde el intimismo y sosiego de los espacios anteriores da paso a momentos más multitudinarios, aunque no por ello menos integradores en su oferta musical.
El festival es historia, espectáculo, música, talleres, teatro en vivo, cine, actividades infantiles, jolgorio, fiesta, cultura... en definitiva, una oferta difícil de definir en su conjunto con otro nombre que no sea Festival Frigiliana 3 Culturas.

Quienes conozcan el festival ya habrán reservado la noche del jueves para disfrutar del gran espectáculo piromusical que desde hace unos años sirve como punto de partida a cada edición, y los que no lo han hecho deberían plantearse muy seriamente buscar un hueco en su
agenda para disfrutar de este gran evento festivo y cultural, por lo menos, en alguna de sus jornadas.

La amplia oferta de actividades puede consultarse en su página web
www.festivalfrigiliana3culturas.com