IU pide a la Junta que no deje desamparada a la flota del marisco tras el cierre de los caladeros
El diputado José Antonio Castro también planteó recientemente en el Parlamento la necesidad de instalar y mantener una depuradora para el tratamiento de los bivalvos en el Puerto de Caleta de Vélez y facilitar a los pescadores el cumplimiento de las nuevas exigencias aprobadas por el gobierno de Susana Díaz
El cierre de las nueve zonas productoras de marisco en la provincia desde finales de julio, una época donde, precisamente -junto a las navidades y Semana Santa-, el alto precio que suelen alcanzar las ventas de las capturas “supone un respiro para la flota artesanal que se dedica a esta modalidad de pesca”, unido a la “incertidumbre que sufren estas familias conforme van pasando los días y a la ausencia de alternativas por parte del gobierno andaluz”, han hecho que salten nuevamente las alarmas en Izquierda Unida.
Si el mes pasado era el diputado José Antonio Castro quien llevaba al Parlamento la necesidad de instalar y mantener en funcionamiento una depuradora para bivalvos en el Puerto de Caleta de Vélez, para facilitar a los pescadores de la Axarquía el cumplimiento de las nuevas exigencias aprobadas por el gobierno de Susana Díaz y evitar los desplazamientos diarios hasta el centro de depuración autorizado más próximo, que está ubicado en Fuengirola, este viernes, haciéndose nuevamente eco de la preocupación que reina entre los pescadores de Caleta de Vélez, los concejales de esta formación política en el consistorio veleño, Miguel Ángel Sánchez y Alicia Pérez, han pedido a la Junta “que apruebe algún tipo de ayuda excepcional y que no deje en el desamparo a estas familias mientras las toxinas mantienen cerrados los caladeros”.
El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, Miguel Ángel Sánchez, ha lamentado que “la soga casi siempre acabe partiéndose por lo más endeble, y que si hace unos meses era la exigencia de depuración de las capturas lo que preocupaba a estos pescadores artesanales, ahora, desde finales de julio, el cierre sine die de los caladeros del marisco, en una época del año que es crucial para las ventas, los tiene sumidos en la desesperación más profunda y literalmente amarrados a puerto sin ningún tipo de compensación económica que les permita subsistir”.
“Por ello, lo mismo que se decreta el cierre de pesquerías e imponen cada día más exigencias a una flota que ya no aguanta más, el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía tiene la obligación moral y ética de reunirse y aprobar, de manera urgente y extraordinaria, una línea de ayudas que compense a estas familias por no poder faenar”, añadió.
Los ediles de IU han explicado que “por si fuera poco, el cierre de los caladeros del marisco viene a coincidir también con la veda del pulpo, con lo cual no hay alternativa posible de pesca para esta flota artesanal. Por lo que la administración competente debe salir de su letargo estival y darles una respuesta”.
Situación excepcional.
También es “excepcional” que el cierre de los caladeros esté teniendo lugar, de manera simultánea, en todas las zonas productoras de la provincia (que son nueve), y que haya dejado a los pescadores “sin posibilidad de seguir con la actividad en otros puntos alternativos del litoral”.
La Junta de Andalucía lleva dos semanas consecutivas con los caladeros de moluscos bivalvos de la provincia de Málaga cerrados tras la detección en coquinas, conchas finas y chirlas, entre otros bivalvos, de un aumento de las toxinas PSP y DSP.
“Así las cosas y dado que esta situación, que es evidente que no han provocado los pescadores, amenaza con prolongarse todavía durante buena parte de lo que resta de agosto, el gobierno de Susana Díaz y el PSOE-A deben quitarse por un momento ese traje de precampaña electoral que vienen luciendo últimamente y evitar que estas familias tengan que recurrir a la movilización para exigir lo que, por derecho, les corresponde”, concluyen desde IU.