Podemos en Vélez-Málaga vuelve a denunciar la situación de deterioro del convento de Las Claras
El círculo del municipio ha publicado en sus redes sociales varias imágenes que ponen de manifiesto el estado de abandono de este Bien de Interés Cultural
Un año después de que Podemos Vélez Málaga alertara públicamente del estado de deterioro de Las Claras, exigiendo al Ayuntamiento que adoptase las medidas necesarias para garantizar su conservación, desde la formación morada han vuelto a dar la voz de alarma después de que el equipo de gobierno de la localidad se comprometiese hace unos meses pasar el convento de Las Claras a titularidad municipal, dispensando de este modo a la actual propietaria, Unicaja, de la obligación de mantener el edificio, tal y como exige la Ley de Patrimonio de Andalucía.
En tono irónico desde Podemos advierten que a partir de ese compromiso esgrimido por el socialista Antonio Moreno Ferrer,“las cosas no han hecho sino mejorar”, de tal modo que “los desconchones lucen mejor que nunca, las cubiertas exhiben una romántica fragilidad, las aceras pueden acoger el mismo socavón durante meses y han crecido hasta adornos florales a base de hojas secas en los aleros para recibir a los visitantes (ah, perdón, que no se puede visitar)”.
Desde la formación morada critican en este sentido que desde el Ayuntamiento se piensen destinar 800.000 euros de dinero público -aunque la partida de este año asciende únicamente a 27.000- a comprar el edificio, declarado Bien de Interés Cultural, para darle no se sabe qué uso, cuando hubiese resultado mucho más lógico “involucrar a la entidad bancaria en un proyecto socialmente rentable como podría ser la demandada creación de una escuela universitaria -como las que ya existen en otras ciudades medias de las provincia como Antequera o Ronda- que sirviera para dinamizar todo el barrio”.
Finalmente y a modo de corolario desde Podemos, uno de los colectivos impulsores de la plataforma ciudadana creada a finales del pasado año para defender el inmueble, han manifestado su voluntad de no bajar los brazos “pese a las resistencias” de los actuales dirigentes.