Entrevista a Rosario Belén Fernández Ruiz
Belén Fernández ejerce como profesora en el colegio público Vicente Aleixandre de Torre del Mar, es especialista en Educación Infantil y Primaria. Ha sido coordinadora del proyecto ‘Escuela, espacio de paz’, actualmente coordina el ‘Taller de mediadores para la resolución de conflictos’ y la ‘Escuela de familia’. Ha dado conferencias y ponencias de formación para el Centro del Profesorado de la Axarquía. Es autora del libro Resolución de conflictos, Escuela de Padres.
Pregunta.- Como profesional de la educación, ¿cuáles han sido las razones que le han motivado a escribir un libro sobre resolución de conflictos?
Respuesta.- De las experiencias como coordinadora del proyecto ‘Escuela, espacio de paz’, de la ‘Escuela de familia’ y del ‘Taller de mediadores en la resolución de conflictos’, surge un interesante material que era válido recopilar y darle cuerpo para publicarlo en beneficio de la educación en la escuela y en la familia.
P.- ¿Qué finalidad práctica tiene en el ámbito educativo la resolución de conflictos? ¿Cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar?
R.- En el ambiente familiar y escolar surgen conflictos que están interrelacionados, de ahí la propuesta de la creación de la ‘Escuela de padres’ y del ‘Taller de mediadores para la resolución de conflictos’, cuya finalidad es resolver los conflictos de manera pacífica y con el diálogo. El objetivo principal es la convivencia en el ámbito escolar y familiar.
P.- Hábleme de la importancia que tienen las emociones para la resolución de conflictos.
R.- Es importante aprender a gestionar las emociones para encontrar el camino que resuelva el conflicto. El mindfulness es un método que trata de analizar las situaciones que provocan malestar, facilitando la calma para así afrontar mejor el conflicto. Porque, ante una situación conflictiva, lo primero que se siente es rabia y miedo, ello crea un bloqueo.
P.- ¿Qué actuación se lleva a cabo para lograr la convivencia en la escuela y la en familia?
R.- En el libro presento unos artículos que denomino ‘aprender a educar’, doy pautas a seguir ante las situaciones conflictivas que se dan en la familia (como gestionar la frustración de los hijos, familias divorciadas…). En la escuela se trabaja en el ‘Taller de mediadores’, en él se prepara a los padres, profesorado y compañeros de alumnos, para saber actuar ante situaciones conflictivas. Lo importantes es trasmitir que de los errores se aprende, y ante los conflictos se debe de actuar con una actitud positiva.
P.- ¿Qué trabajo educativo realiza la escuela para mejorar la sociedad, y qué relación existe entre la escuela y la sociedad?
R.- La escuela está al servicio de la sociedad, se le educa al alumnado para la convivencia en la sociedad, se le inculca valores de solidaridad, de cooperación, de respeto a la diversidad… Cómo afrontar situaciones problemáticas que se les presenten en la vida.
P.- ¿Es la escuela la que incide con su forma de educar en la sociedad o, al contrario, es el modelo de sociedad quien dice qué valores se deben de enseñar?
R.- La escuela siempre está a disposición de la sociedad. Entendemos que la sociedad actual va evolucionando a pasos agigantados, que la familia desempeña un papel importante. Desde el colegio se actúa para que exista una buena relación con las familias y, en beneficio de sus hijos, se les pide su implicación directa en las tareas educativas; logrando una buena convivencia para encauzar una misma línea educativa. Está actuación incide en provecho de mejorar la convivencia en la escuela, en la familia y en la sociedad.
P.- ¿En la sociedad actual, ante la aparición de nuevos modelos de familia, se puede hablar de pérdida de autoridad de los padres sobre los hijos? ¿Cuáles son las causas?
R.- El modelo de familia que surge de la unión de familias divorciadas, supone un reto para la convivencia entre los miembros, se dan situaciones conflictivas que inciden en la escuela. Pero no debe ser causa de pérdida de autoridad de los padres sobre los hijos, las causas son otras: es cuestión de roles, que los padres actúen como padres, no sean los colegas de sus hijos. A los hijos, no permitirles ser caprichosos, ponerles límites. El problema radica que el padre no sepa enfocar la corrección de un mal comportamiento de su hijo, y el hijo no lo acepte ni lo comprenda.
P.- ¿En beneficio de la educación, qué mejoraría en la escuela, en la familia y en la sociedad?
R.- En la escuela, bajar la ratio del alumnado, que beneficiaría en una educación más personalizada; atendiendo mejor la diversidad y las individualidades de los alumnos... En el ámbito familiar, que las familias monoparentales o divorciadas sepan canalizar los problemas; protegiendo siempre a los hijos de los desacuerdos de sus padres. Que actúen según sus roles, el padre como padre, el hijo como hijo. En la sociedad, recuperar la comunicación social directa, evitando el abuso de las redes sociales. Así como apostar por la identidad, la singularidad de ser persona, que se está perdiendo en una sociedad tecnológica, acelerada, que no admite ser distinto.