jueves, 21 de noviembre de 2024 21:04h.

José Luis Álvarez: “El proceso de creación de mi libro ha sido largo: he leído la prensa de Málaga desde su aparición”

Entrevista al autor de La Axarquía en la prensa de Málaga (2ª mitad del siglo XIX)
José Marcelo junto a José Luis Álvarez
José Marcelo junto a José Luis Álvarez

PREGUNTA.- ¿Cuál ha sido la motivación que le ha llevado a publicar el libro La Axarquía en la prensa de Málaga (2ª mitad del siglo XIX)?

RESPUESTA.- Es mi contribución o mi débito al centro de adultos, que me formaron para entrar en la Universidad.  Como agradecimiento también al profesorado de la  facultad  de Filosofía y Letras donde me especialicé  en historia contemporánea.

P.- El libro es una guía para historiadores y curiosos. ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración y cuáles han sido las fuentes?

R.- El proceso ha sido largo,  porque he leído la prensa de Málaga desde su aparición; todas las noticias las tengo fichadas y clasificadas por años. Dos han sido las fuentes: El Avisador Malagueño y La Unión Mercantil, ambos periódicos abarcan desde la segunda mitad del siglo XIX hasta 1893. Desde 1936 solo perdura La Unión Mercantil. 

P.- ¿Está usted trabajando en otro nuevo proyecto? 

R.- Sí. Es sobre el puerto de Torre del Mar y sus actividades marítimas. Es un proyecto que me apasiona. 

P.- Como expresa en su biografía, en su vida ha habido dos constantes: el trabajo y los estudios. Hábleme de ello.  

R.- Efectivamente, han sido dos constantes en mi vida: desde chaval ayudaba a la familia en el negocio de una droguería  que teníamos en Torre del Mar. Trabajaba y estudiaba, pero dejé los estudios en 5º de bachillerato (plan antiguo). Después llegó el servicio militar. Pero el interés por la lectura estaba siempre presente. En 1979, comienzo mi trabajo profesional.  Estando ya casado y con familia,  me entero de que hay un curso para mayores de veinticinco años que posibilita el acceso a la Universidad; gracias al horario compatible que tenía en el trabajo, decidí iniciar, de nuevo, mi andadura de estudiante.

P.- Menciona también su agradecimiento al Centro de Educación Permanente María Zambrano de Vélez-Málaga. En particular, recuerda  a Joaquín Lobato y a Francisco Montoro  por el apoyo a su formación. Hábleme de esa época y de la relación con el profesorado.     

R.- Supuso volver, de nuevo, a  recuperar el gusto por los estudios. De Joaquín Lobato recuerdo la magnífica actitud de enganchar a los alumnos con la asignatura de historia de la literatura: su metodología de debates en clase, las relaciones que había entre la literatura y la copla; las coplillas en el bar Mauco que servían para seguir hablando de literatura e, incluso, también de sociología.

» De mi amigo y maestro Francisco Montoro, qué voy a decir? Él fue el brujo y el hacedor de entuertos que me enganchó a la Historia.  He de agradecerle siempre su estímulo. También ha sido quien me ha motivado  a conocer la historia de la Axarquía, a amarla. Ser alumno del Centro de Educación Permanente fue una experiencia feliz e inolvidable. Después de un año, me  matriculé en la facultad de Filosofía y Letras. 

P.- Hábleme lo que supuso para usted ingresar en la Universidad. ¿Cómo fue la experiencia de sus estudios universitarios en la rama de historia?

R.-  Fue la entrada a un nuevo universo. Así de simple. En mi época se estudiaba geografía e historia, eran tres años de estudios comunes y dos de especialidad. Me  especialicé en historia contemporánea. Los años de estudio en el centro de adultos y  en la facultad fueron años felices en mi vida. Todavía conservo todos los apuntes de mi carrera, junto a los apuntes de historia de la literatura de Joaquín Lobato, los cuales  atesoro como oro en paño.

P.- En los estudios universitarios hace mención de grato recuerdo al profesor   Miguel Romero Esteo, genio del teatro contemporáneo, quien le impartió la asignatura de historia de la literatura.

R.- A Miguel Romero Esteo le conocí antes de entrar a la facultad, en una clase que dio al aire libre en el teatro romano de Málaga. El tema era la desidia en la conservación de los monumentos malagueños. La casualidad del destino hizo que  fuese  mi profesor. Tenía un carácter impactante: era un erudito inabarcable, gran comunicador y magnífica persona. Esperaba sus clases como agua de mayo, las cuales eran un tótum revolútum extraordinario. Allí se debatía, se hacían hipótesis, preguntas... Se participaba en  grado sumo. Siempre me acordaré, cuando hacía una reflexión o aclaraba una duda, de su frase más característica: “¿Me explico?”.

P.- ¿Cómo concibe usted la Historia? ¿Qué piensa, de manera general, sobre los acontecimientos sociales, económicos y políticos que se dan en el presente siglo?  

R.- Debe de tenerse en cuenta que la finalización de un siglo y el comienzo de otro no son compartimentos estancos. Porque los procesos históricos, que empiezan en un siglo o en el anterior, perviven o evolucionan, o bien se soslayan en el siglo siguiente. El capitalismo apareció en el XIX, el cual es la forma estructural político-económica del XXI. Con el derrumbe de la Unión Soviética murió el comunismo como forma de Estado.  Aparece una nueva potencia como China y, dentro de todo esto, el capitalismo dio una nueva vuelta de tuerca con la globalización. Y por último, el gran impacto mundial de la pandemia de covid-19. La humanidad se encuentra en una encrucijada.