Purificación García: "En mi libro he querido contar historias-espejo de la realidad que vivimos"
Salvador Gutiérrez entrevista a la autora de 'Actrices secundarias'
La autora nació en Málaga, en 1961. Vivió en Arenas su primera infancia y pasó su adolescencia y juventud en Torre del Mar, pueblo al que se siente muy unida. Afincada en Cádiz desde 1988, vuelve a Torre del Mar periódicamente, como quien lo hace a Ítaca. Licenciada en Filología Inglesa. Es traductora científica y profesora de inglés, lo que compagina con su pasión por la literatura y la escritura. Ha publicado Desde mis ojos (2016), incluido dentro del volumen colectivo Era y pasó: Recuerdos de alacena; Eufemia, la loca (2016), relato integrado en Voces cruzadas, trece historias nuestras; Lo que nunca me contabas (2017), en el libro Contra el silencio, once relatos y una sola causa. Asimismo, ha participado en la exposición de fotografía y literatura La visión prestada (2018), inaugurada en el Espacio de Creación Contemporánea de Cádiz, así como en el volumen vinculado a dicha muestra.
PREGUNTA.- Desde el propio título del libro hasta en el nombre y en el contenido de muchos de los relatos, la mujer parece que es protagonista de esta obra…
RESPUESTA.- Elegimos este título porque los personajes secundarios siempre tienen mucho que decir. Este libro está lleno de voces femeninas, de voces de mujeres que en el día a día son las auténticas heroínas y grandes protagonistas de nuestra historia. Silentes, pero sin dejar de hacer. Es mi pequeño y humilde homenaje a ellas, aunque también hay importantes actores secundarios en mi libro, como en mi propia vida.
P.- Desde hace algún tiempo, estamos viviendo una especie de boom de la literatura hecha por mujeres y para mujeres. ¿Se ve usted dentro de esa corriente?
R.- A lo largo de la historia ha habido siempre literatura escrita por mujeres, pero este ha sido un terreno más reservado a los hombres y, hasta bien entrado el siglo XX, las pocas mujeres que se atrevían a tomar la pluma utilizaban pseudónimos masculinos. Recordemos a las hermanas Brontë, a Aurora Dupino, la española Cecilia Böhl de Faber. La escritura era considerada como una manifestación de rebeldía femenina y la mujer no tenía posibilidad de expresar su creatividad ya que debía cumplir con las obligaciones domésticas, papel de madre y esposa. Creo que la literatura escrita por mujeres es necesaria para conocer historias que nunca va a poder contar el hombre, como es el caso de la maternidad o la relación entre madre e hija, pero no es literatura ‘solo para mujeres’. Tolstoi no escribió Anna Karenina solo para mujeres. Tampoco Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, etc.
P.- ¿Qué ha querido contar en este libro?
R.- He querido contar historias-espejo de la realidad que vivimos. Temas de emigración, violencia de género, campo de refugiados… y otros, donde la protagonista y su amiga Mildred, a través de diálogos ingenuos, pero no por ello menos profundos, conversan sobre lo cotidiano y sus avatares. El personaje de Mildred está gustando mucho y me está dando muchas satisfacciones.
P.- ¿Cuáles son los motores que empujan a los personajes de sus relatos?
R.- Los mismos motores que mueven nuestra existencia: amor, desamor, soledad, niñez, vejez, verdad, justicia, miedo, enfermedad, culpa, dolor... En resumidas cuentas, el mundo de los sentimientos, tratado a veces de forma dura. Es la doble cara de la moneda de la vida: no se debe mostrar solo lo bello cuando escribes, en este caso sería una mentira, y el lector o lectora es inteligente y la detectaría rápido.
P.- Cada relato está, de alguna forma, asociado a una música. ¿Qué papel juega la música en el libro y qué supone la música para usted?
R.- La música me ayuda a canalizar las emociones. Normalmente, cuando oímos un tema, nos evoca un recuerdo. En Actrices secundarias cada relato va unido a una pieza musical, a una canción, para añadir significado a la trama. De hecho, no está elegida por casualidad. Es una pieza más del puzle dentro del propio relato y tiene una relación directa con el contexto de cada historia. Habla mucho de la sensibilidad de los personajes, y también habla mucho de mí. Es un importante atractivo en este libro.
P.- Se dice en la solapa de su libro que estos relatos mezclan pensamiento y emoción, ¿qué prima más en su literatura?
R.- El pensamiento, la mayoría de las veces, es detonante de las emociones, así como también las modula. Evolutivamente, es el pensamiento el último en desarrollarse, por lo tanto, constituye el elemento más plausible de ser modificado y, en este proceso de cambio, las emociones lo acompañarán siempre. Pero no entendería la literatura sin emoción. Los finales de mis relatos son totalmente inesperados, con el fin de provocar esa emoción en quienes los leen.
P.- ¿Forma o contenido?
R.- Estos dos términos van muy unidos en literatura, pero no me obsesiona la forma. Prefiero transmitir sentimientos de una manera clara y sencilla, obviamente valiéndome de la forma, en mi caso, sin exceso de tropos y retórica.
P.- Usted vivió sus primeros años en Arenas, y vive entre Cádiz y Torre del Mar, ¿qué hay de esos lugares en lo que escribe?
R.- Los sitios en los que has vivido siempre aparecen, de un modo u otro, entre las hojas de tu libro. Aunque se haga ficción, la remembranza está ahí cuando escribes.