Terminaba febrero y la bolsa española caía un 3 por ciento. Italia hacía oficial cuatro fallecidos por coronavirus, China colapsaba y la ministra española de Economía, Nadia Calviño, pedía calma, ya que, aseguraba, la volatilidad en la bolsa es frecuente y esa era una caía "puntual". Sobre el impacto del virus en la economía, declaró que si el contagio se limitaba al primer trimestre ("algún caso como mucho", había dicho el experto Fernando Simón) en la economía española no tendría un impacto significativo. Unas semanas más tarde, pasado el 8M, el Gobierno cerraba el país, mandaba a los españoles a casa y la economía se hundía en el abismo.

Un año después, el avance de Contabilidad Nacional publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que el PIB se desplomó un 11% en 2020, lo que equivale a la mayor caída económica sufrida por España en tiempos de paz de su Historia, y aún pudo ser mayor si el cuarto trimestre no hubiera repuntado levemente sobre el trimestre anterior (un 0,4 por ciento).