viernes, 22 de noviembre de 2024 00:00h.

La Junta aprueba el Decreto Ley de bajada de impuestos para el impulso de la actividad económica

Elimina en la práctica el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, baja el IRPF e impulsa beneficios a familias numerosas, empresas y autónomos

El Consejo de Gobierno ha aprobado un Decreto Ley por el que se modifica el Texto Refundido de las disposiciones dictadas por la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de tributos cedidos, aprobado por Decreto legislativo 1/2018, de 19 de junio, para el impulso y dinamización de la actividad económica, mediante la supresión, en la práctica, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, una bajada del IRPF y beneficios fiscales para familias numerosas, empresas y autónomos en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

Con este decreto ley, el Gobierno persigue un doble objetivo: colocar a Andalucía entre las comunidades autónomas con una fiscalidad más baja y generar condiciones que favorezcan la dinamización de la economía, dotando a las familias y los emprendedores de una mayor liquidez, lo que se traducirá en mayor consumo y mayor inversión y, en consecuencia, sirva de palanca para potenciar un escenario de creación de empleo. El Gobierno andaluz ha considerado necesario acometer una reforma fiscal estructural que fundamente la confianza del inversor potencial. 


Impuesto sobre sucesiones y donaciones

El Gobierno andaluz ha eliminado este martes, en la práctica, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones para cónyuges y familiares directos. Para ello, ha aprobado por decreto una bonificación al 99% en la cuota del impuesto para los grupos de parentesco I y II, atendiendo a la demanda social existente, y dando cumplimiento al compromiso adquirido por el Consejo de Gobierno el 26 de enero pasado, en su primera reunión de la presente legislatura, celebrada en Antequera.

Mediante esta bonificación fiscal, Andalucía se sitúa entre las comunidades autónomas con la fiscalidad más baja en este impuesto. Los gobiernos anteriores impusieron en Andalucía una tributación 100 veces mayor.

La medida permitirá aumentar la renta disponible de las familias para el consumo e inversión, atraer inversión y talento, despenaliza el ahorro, dinamiza la economía al facilitar la anticipación en el tiempo de la transmisión de bienes y derechos de padres a hijos y demás descendientes, mejora la eficacia y eficiencia de los recursos tributarios (al evitar la pérdida de recursos en otras figuras como el IRPF, el IVA o Transmisiones Patrimoniales por el éxodo fiscal de personas físicas hacia otras comunidades con tributación más beneficiosa) y reduce la economía sumergida y el fraude fiscal.

Respecto a las sucesiones, los andaluces disfrutarán de una situación similar a la de los canarios, cántabros, extremeños, madrileños, murcianos, y riojanos. Las comunidades autónomas vecinas de Extremadura y Murcia ya tienen regulada una bonificación al 99% y Castilla-La Mancha, entre el 99% y el 80%.

En cuanto a las donaciones, Andalucía pasará de ser una de las comunidades con mayor gravamen en las donaciones, al grupo de comunidades con menor coste fiscal, al nivel de los canarios, cántabros, madrileños, murcianos y riojanos.

La nueva medida permitirá que una donación de unos padres a su hija o hijo valorada en 10.000 euros, por la que se venía pagando hasta ahora 782,06 euros por este impuesto, en adelante cueste 7,82 euros. Y si la donación es de 60.000 euros, se pagarían 62,58 euros, en vez de los 6.258,48 euros que se pagaban hasta ahora.


Impuesto sobre la renta de personas físicas (IRPF)

El acuerdo del Consejo de Gobierno colocará a Andalucía entre las comunidades autónomas con el IRPF más bajo (sólo por detrás de Madrid y Castilla y León, y sólo en algunos tramos de renta).

En cuatro años, el tipo máximo bajará tres puntos: de forma progresiva, se reducirá el gravamen en todos los tramos. El primer tramo de renta pasará del 10% al 9,5%; se unifican los tramos entre 20.200 y 28.000 euros (que tributa al 15%) y entre 28.000 y 35.000 euros (que tributa al 16,5%), en uno solo, de modo que entre 20.200 y 35.200 euros se tributará al 15%; los tramos comprendidos entre 35.200 y 60.000 euros se integran, pasando de tributar del 19% al 18,5%; y el tramo a partir de 60.000 euros pasará del 23,5% al 22,5%. Es el último tramo (se elimina el tramo para rentas a partir de 120.000 euros), por lo que el tipo impositivo máximo pasa del 25,5% al 22,5%.

La reforma impulsada por el Gobierno reduce la escala autonómica (establecida hasta ahora en 8 tramos con tipos de entre el 10% y el 25,5%) hasta igualarla a la escala estatal.

Esta bajada del IRPF hará que aumente la liquidez de los ciudadanos (trabajadores, pensionistas y autónomos), lo que favorecerá un mayor consumo e inversión, así como la creación de empleo, mejora la remuneración de los asalariados, atrae el talento y evita la deslocalización de éste por cuestiones fiscales.

Todo ello contribuye a un aumento de la recaudación por el IRPF a medio plazo.

La bajada del IRPF se llevará a cabo, de forma progresiva, mediante una disposición transitoria, a lo largo de los ejercicios 2019 a 2023, cuando será plenamente efectiva. El primer tramo de la tarifa (las rentas más bajas) empezará a reducirse para el ejercicio 2019 y alcanzará su tributación definitiva en 2020. Esta bajada del IRPF no tendrá impacto en la recaudación en Andalucía hasta 2021.

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