viernes, 22 de noviembre de 2024 00:00h.

CANDIDATO DE PODEMOS A LA ALCALDÍA DE VÉLEZ-MÁLAGA

José María Matás: “Nuestra propuesta pasa por prometer menos y cumplir más”

José María Matás (Vélez-Málaga, 1976) es licenciado en Filosofía y Letras por la UMA y en Políticas por la UNED y uno de los grandes nombres de la cultura en Vélez-Málaga, tanto por su labor poética como por su activa presencia en actos culturales y medios de comunicación. Ahora ha decidido dar el salto adelante e involucrarse en crear un Vélez-Málaga mejor a través de la política, con la honestidad y el compromiso por su municipio como bandera. Ha ganado las primarias en Podemos y, con las ideas muy claras, cree que es posible marcar un rumbo planificado hacia un futuro “más social, participativo, responsable y justo”.

José María Matás
José María Matás

PREGUNTA.- Usted ha ganado las primarias de Podemos Vélez-Málaga y parte como candidato a la Alcaldía. ¿Qué le lleva a dar este paso?

RESPUESTA.- Pues varios motivos. En primer lugar, tomar conciencia de que, en momentos complicados como este, con una ultraderecha tocando a las puertas, si es que no con los dos pies en el recibidor tras las andaluzas, no es momento de quedarse en casa esperando sin hacer nada. Porque con esta gente no hay refugio seguro. Después, creer que tengo algo que aportar para que nuestro municipio aproveche su enorme potencial demostrando que una forma alternativa de gobernar más social, participativa, responsable y justa es posible. Y, tercero, el contar con el apoyo de muchos compañeros, pero también de gente de la localidad de fuera de mi círculo, que me han alentado para que encabezara un proyecto para Vélez-Málaga. Saber que hay tanta gente detrás empujando ha sido fundamental a la hora de dar el paso.

P.-  ¿Cree que puede llegar el fin del bipartidismo en estas elecciones?

R.- Creo que esa ventana de oportunidad está abierta. Afrontamos las elecciones locales más imprevisibles en décadas, en las que está en juego no solo quién va a ocupar la Alcaldía sino quién consigue formar gobierno tejiendo alianzas entre dos o tal vez más partidos. El escenario se presenta volátil y fragmentado y quien consiga proponer una alternativa de gobierno que ilusione, regeneradora y solvente, puede encauzar esas ansias de cambio que muchos veleños sienten. Soy plenamente consciente de que no será fácil, pero aspiramos humildemente a que ese cambio se produzca en clave progresista y a protagonizarlo.

P.- Usted conoce bien el municipio. ¿Qué actuaciones más acuciantes deberían acometerse?

R.- Vélez-Málaga es un municipio muy diverso, pero también muy desvertebrado territorial y socialmente. Debemos trabajar para cohesionar los diferentes pueblos de la localidad para que no existan ciudadanos de primera y de segunda en función de donde residan. Mejorar el transporte, las infraestructuras y los servicios a través de una buena planificación es básico para evitar situaciones como las que se están produciendo en el litoral occidental o en los propios barrios tradicionales de Vélez, que se apagan a ojos vista. También contar con políticas de vivienda y planes de rescate ciudadano. Así será más fácil crear las condiciones para que pueda haber prosperidad económica sin dejar a los más vulnerables atrás. Al mismo tiempo, tenemos un déficit en materia de participación y transparencia tremendo. Nuestra gobernanza es propia del siglo XX, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta quiénes nos gobiernan. Eso hay que cambiarlo incorporando toda las herramientas que la nueva política pone a nuestra disposición para que la democracia sea algo más que votar cada cuatro años. Y, por supuesto, hemos de avanzar hacia un municipio más amable, que ponga a la educación y la cultura en primer plano, que explote hacia el interior desde un punto de vista turístico, que avance en materia de sostenibilidad ambiental y sea respetuoso con los animales.

P.- En el plano cultural, Vélez-Málaga ha destacado siempre. ¿Cree que el Ayunta­mien­to está o ha estado a la altura? ¿Qué propone usted?

R.- Hay una palabra que me van a escuchar repetir mucho: planificación. Porque es de lo que hemos carecido. Nuestros gobernantes han apostado tradicionalmente más por el contenedor que por el contenido, tal vez porque cortar una cinta de inauguración viste más que leerse un libro o animar a que otros lo hagan. También es más caro. Y ahí tenemos la prueba con la construcción de dos teatros de forma simultánea cuando el existente está cerrado 300 días al año. ¿Alguien ha pensado cómo se van a mantener o qué tipo de programación se requiere? ¿Alguien ha pensado cómo hacer de la cultura una herramienta de transformación social? Tener una política cultural seria implica mucho más que hacer grandes edificios. Requiere menos improvisación y más..., sí, planificación y recursos dentro del presupuesto. Y personal cualificado. Efecti­va­men­te, hay una gran vitalidad que debemos aprovechar y potenciar, consolidando las cosas positivas que ya se hacen, caso de Flamenco Abierto o el Agosto Cultural, mejorando otras, como La noche en blanco, facilitando la labor de los creadores, y creando nuevos eventos que nos posicionen como ciudad cultural.

P.- ¿Qué proponen ustedes a la gente para que se inclinen por votarles? 

R.- Más que un programa concreto, que lo estamos perfilando y al que damos gran importancia como presentación ante la ciudadanía y como guía de acción, proponemos un nueva forma de trabajar basada en la honestidad y compromiso con nuestra tierra. Somos un grupo de mujeres y hombres de casi todos los puntos del municipio, de entre 19 a 70 años, que ven con tristeza cómo nuestro municipio no da el salto que merece y que están dispuestos a remangarse para poner su grano de arena. Somos gente normal: sanitarios, docentes, administrativos, economistas, jubilados, estudiantes, cocineras, funcionarios de Justicia..., no políticos de carrera, que creemos en lo público y que hemos decidido aportar nuestra experiencia profesional y personal para mejorar nuestro entorno más inmediato. La gente en Vélez está harta de promesas incumplidas. Nuestra propuesta pasa por prometer menos y cumplir más.