Por las instalaciones de algunas de las principales empresas dedicadas al aguacate y el mango, donde fueron agasajados y recibidos convenientemente, pasaron un presidente de Diputación, una ministra de Agricultura, un presidente de la Junta de Andalucía, un presidente del Senado y un presidente del Gobierno -todos del Partido Popular- con profusión de fotos y medios de comunicación, sin que haya servido siquiera para solucionar el abastecimiento regular de agua para el mantenimiento y expansión de un cultivo que deja cuantiosos dividendos.

Es importante resaltarlo porque la visita del actual ministro en funciones de Agricultura a la Axarquía para apoyar la uva pasa y mostrar su reconocimiento a este cultivo tradicional, ha generado críticas precisamente del PP de Málaga, cuyos altos cargos antes mencionados nunca se dignaron -o no los llevaron- a conocer la ‘otra’ realidad agrícola de la comarca.

Lo cierto es que la rivalidad entre los partidos políticos no es lo que más conviene al futuro de la Axarquía, donde no hay industria y el grueso de la economía se basa en el turismo y la agricultura, por lo que deberán ser los políticos de aquí quienes muestren unidad e independencia partidista por el bien de una tierra tan necesitada de apoyo real.