La Junta de Andalucía está usando -y va a seguir haciéndolo, hay que reconocerlo- todos los recursos disponibles para suministrar agua a la Axarquía, tanto por la necesidad humana como para regar los campos, entre los que se cuentan enormes plantaciones de frutos subtropicales que facturan cientos de millones de euros anuales y generan miles de puestos de trabajo, directos e indirectos.

Sin embargo, si el ciclo de sequía que venimos sufriendo se prolonga, habrá que tomar otras medidas o los agricultores se verán forzados a perder sus cultivos. Se nos ocurre -aunque seguro que es una de las opciones ya barajadas- que si elementos como las desaladoras, por ejemplo, son muy caros, la solución puede venir de implicar a las grandes empresas dedicadas al subtropical en la instalación y mantenimiento de estos elementos que puedan proporcionar agua para los cultivos. Por una parte se garantiza el suministro y, por otra, alivian a la administración pública de gastos y de llevar el agua que ya hay de un sitio para otro.

Quizás no sea una solución, pero alguien tiene que empezar a proponer soluciones o puede que se les pase la oportunidad.