El tranvía
En una época donde abundan los discursos ecológicos, con los partidos políticos votando en Europa acabar con los vehículos tradicionales para dar paso a los eléctricos, aprobándose leyes para que los vehículos que ellos consideren no entren dentro de las ciudades, etc., el tranvía podía haber supuesto adelantarnos al futuro que es hoy.
Pero el caso es que, desde el primer momento, por una cosa u otra -tal como el de Jaén-, el tranvía no sólo no ha resuelto nada, sino que se ha convertido en un lastre económico, bien por su escasa, por no decir nula, rentabilidad debido a su precario recorrido; bien por el coste de rescatarlo de su triste abandono.
Ahora parece que con los fondos europeos Next Generation se va a recuperar, lo que es una buena noticia, pues es algo que nunca debió quedar arrinconado, sino haber ido implementando paulatinamente hasta lograr convertirse en el medio de comunicación vial fundamental para interconectar los dos núcleos principales del municipio.
Esperemos que una vez puesto en marcha se avance en la necesidad de ampliar su recorrido y se garantice su viabilidad.