El anuncio de las elecciones andaluzas para junio ha creado el lógico revuelo entre la clase política, que ya se apresta a hacer campaña para posicionarse ante el ciudadano como elegible para dirimir el rumbo de Andalucía.

Es de considerar y valorar por el ciudadano el primer mandato del Partido Popular tras cuatro décadas del PSOE al frente de la comunidad, así como el sempiterno PSOE, la coalición de izquierdas (de la que en un principio se ha quedado fuera Podemos), Adelante Andalucía, Andaluces Levantaos, el empuje insoslayable de Vox y la incógnita de Ciudadanos tras su paso por el gobierno autonómico.

Sea como sea, los andaluces tienen una nueva y magnífica oportunidad de refrendar su pensamiento político a través de las urnas.

No obstante, y aunque suene a perogrullada, ojalá que ante la multitud de partidos que concurren y el sin fin de discursos que vamos a oír, el voto final sea el proceso de un acto de reflexión, lo que nos haría una sociedad más madura y más preparada para afrontar los difíciles tiempos que estamos viviendo y las contrariedades del futuro. Andalucía lo merece.