La prédica y el trigo

Editorial de Noticias 24

Pareciera como si cada día se batiera un nuevo récord en el aumento de precios de servicios esenciales para los ciudadanos, como la electricidad, el gas o el combustible de los vehículos.

Especialmente sangrante es el caso de le la electricidad, sobre la que numerosos políticos han articulado su discurso para, una vez en el poder, ser testigos, cuando no cómplices, de cómo sus palabras se las llevaba el viento, especialmente las que hacían referencia a la “pobreza energética” de los españoles, para acabar dando consejos sobre poner la lavadora de madrugada o informar de unas ‘horas valle’ en las que se puede planchar o poner la vitrocerámica. Es lo que va de predicar a dar trigo.

Sea como sea, ahora todas las esperanzas están puestas en los millones de la UE, con los que se pretende encauzar el desastre económico en el que estamos sumidos. Pero habrá que ver cómo se reparten esos fondos y en qué los gastan nuestros próceres. Si veremos proteger y ayudar a las clases medias, autónomos y obreros, o serán para los de siempre para que hagan lo de siempre. O si, como con el precio de la electricidad, veremos predicar, pero no dar trigo.

Tengamos fe.