Calle Canalejas
Después de las obras que han remodelado el centro histórico de la ciudad -desde el Camino de Málaga hasta el Parque de Andalucía- se observa una clara ebullición a lo largo de la Plaza de las Carmelitas y calle Canalejas, que nos tiene muy animados y contentos a los del lugar.
Todo el mundo se felicita por los acontecimientos y echa de menos la aparición de varios puntos de hostelería -especialmente bares y cafeterías- que ojalá aparezcan más pronto que tarde, para multiplicar la vida de la zona y el consecuente atractivo de la capital de la Axarquía.
La histórica calle Canalejas, actualmente más céntrica y vistosa que nunca en la ciudad, merecería llamarse, ‘María Zambrano’, ‘Miguel de Cervantes’, ‘Fray Alonso’, ‘Evaristo Guerra’…, dado que Canalejas es un nombre que no es próximo a Vélez-Málaga y que, como nos cuenta Purificación Ruiz en su libro Las calles de la ciudad de Vélez-Málaga, se le aplicó dicha denominación a finales de 1912, cuando dicho político liberal fue asesinado, el 12 de noviembre del mencionado año. Los concejales veleños, afectados por el luctuoso y convulso acontecimiento que le costó la vida al ilustre político gallego, acordaron que la calle principal de Vélez-Málaga se llamase como el político recién asesinado.
Anteriormente dicha calle se había conocido como ‘calle del Rollo’, ‘Posada de Cruz’, y ‘Sixto Cámara’, que sepamos.
El nombre más antiguo, ‘Calle del Rollo’, provenía de que desde la Plaza de las Carmelitas iba el camino que se dirigía al Rollo -que se fue ampliando según las épocas- hacia el pago del Rollo. Cuando a finales del siglo XVIII se construyó en esta calle la ‘Posada Nueva’ -también llamada ‘Posada de Cruz’, y más tarde ‘Posada de Lanza’- la calle pasó a denominarse ‘Calle de la Posada de Cruz’, hasta que en la Segunda República se le dio el nombre de ‘Calle de Sixto Cámara’, hasta que en 1912, como hemos dicho, se le aplicara la denominación de ‘José Canalejas Méndez’.
Dado que el ilustre político gallego, natural de El Ferrol (1854-1912), no tuvo relación alguna con Vélez-Málaga -aunque fue presidente del Congreso de los Diputados, ministro de Justicia y presidente del Gobierno, entre otros cargos- creemos que “usurpa” el nombre a una calle que debiera estar dedicada a un natural de esta tierra para gloria y difusión del patrimonio humano y cultural del oriente malagueño.
Que esta calle se denomine calle María Zambrano, por la gran pensadora del siglo XX; calle Fray Alonso, por el veleño que pudo haber sido rey de España; calle Miguel de Cervantes, por la grandiosa cita que utiliza el autor en el Quijote al referirse a nuestra tierra; calle Fernando Hierro, por el emblemático deportista español, capitan de la selección española de fútbol; calle Evaristo Guerra, por el ilustre pintor veleño, que es conocido y reconocido en todo el mundo…
Sería bueno que a Vélez-Málaga, y a su arteria urbana principal, se la reconozca por una denominación acorde con nuestro patrimonio local y no mediante un nombre ajeno, y alejado, distinto y distante de nuestras cosas y tradiciones, que no represente el sentir y las emociones de los de aquí.
Ojalá, esto que ahora parece tan extraño, pueda convertirse en realidad algún día, y los veleños nos sintamos orgullosos, afines y sintonizados con la denominación de la calle principal de nuestra capital de la Axarquía. Terminaría siendo una gran alegría para todos. Y de justicia histórica.