Don Antonio Romero Pozo
Artículo de Francisco Montoro
Hoy, desde esta tribuna, queremos recordar a un granadino notable que, por diversas circunstancias, no ha sido debida, ni justamente, tratado por la historiografía local veleña, dado que fue en esta tierra donde ejerció con esmerada dedicación, su profesión y vocación médica, ocupando diversos cargos, y alcanzando un valioso reconocimiento general de los veleños de la época que le tocó vivir. Solamente, que sepamos, el profesor y estudioso veleño don José Manuel Salcedo, en su magnífico y laborioso libro Historia del Hospital de San Juan de Dios. Vélez-Málaga (2011) nos aporta información de interés al respecto.
Don Antonio Romero Pozo nació en Granada, en fecha no determinada del siglo XIX, siendo hijo de don José Romero Mejías y doña Antonia Pozo Macetti. Tras estudiar Medicina en su ciudad natal, se vino a ejercer la profesión a Vélez-Málaga, donde contrajo matrimonio con la veleña doña Carmen de la Cruz Cotilla, con la que tuvo siete hijos, cinco varones (Antonio, José, Inocencio, Indalecio y Trinidad) y dos mujeres (Carmen y Dolores).
Como médico titular comienza su trabajo en Torre del Mar, en el verano de 1882, pasando al año siguiente a Vélez-Málaga, donde le tocó vivir los terribles sucesos del gran terremoto de la Navidad de 1884.
En el verano de 1885, y por acuerdo municipal, vuelve a ocuparse de Torre del Mar, donde le toca atender a los enfermos de la epidemia de cólera morbo de aquel año, (la última que sufrió Vélez-Málaga en el siglo: 1833, 1855, 1860 y 1885) la cual siguió a la terrible y conocida catástrofe sísmica.
En 1905 le encontramos ya destinado en la plaza de director médico del Hospital de San Juan de Dios de la capital de la Axarquía, donde va a ejercer hasta prácticamente su fallecimiento, que se produce a las 11:30 horas del 25 de noviembre de 1922.
Su esquela mortuoria nos habla de “Médico director del Hospital de San Juan de Dios, subdelegado de medicina del distrito, y médico civil de esta zona militar y caja de reclutamiento”.
Tras su muerte, en la prensa provincial va a aparecer una nota necrológica con la siguiente leyenda: “... En la ciudad de Vélez-Málaga, el 25 de noviembre de 1922, ha fallecido don Antonio Romero Pozo, decano del Colegio Médico de dicha ciudad, hermano de la distinguida señora doña Dolores Romero Pozo y padre de don Inocencio Romero de la Cruz y de don Indalecio. Dicho señor era muy respetado y querido de todos sus hijos, parientes y amigos. Su hermana e hijos lloran tan sensible pérdida y ruegan a sus numerosos amigos pidan a Dios Nuestro Señor por el alma del finado en sus oraciones. El finado era un verdadero caballero y los desvalidos deplorarán su muerte; fue siempre su amparo, atendiéndoles en sus enfermedades sin lucro alguno. Descanse en paz tan ilustre y noble caballero...”.
El duelo fue recibido en el domicilio familiar, calle del Carmen nº 4, desde donde, a las tres de la tarde, se condujo el cadáver hasta la Cruz Verde, donde, como siempre fue costumbre en la ciudad, se produjo la despedida del entierro, que, seguidamente, se llevó a cabo en el cementerio municipal.
Solo cuatro días después de su muerte, el ayuntamiento de Vélez-Málaga, en sesión plenaria, acordó darle su nombre a la calle del Carmen, donde había vivido el ilustre médico; que pasaría a llamarse desde entonces ‘Calle de don Antonio Romero Pozo’ -como se le conoce en la actualidad- una de las más céntricas de la ciudad, y que une a las dos plazas emblemáticas del Carmen y Carmelitas. El acta municipal recoge la referencia siguiente: “...Por su comportamiento ejemplar en las epidemias y en los terremotos de 1884-1885...”.
Don Antonio Romero Pozo, con su abundante descendencia, dejó numerosos familiares en la ciudad, pero hoy, aunque resulte extraño, la mayoría de los veleños ignoran quién fue este ilustre personaje que da nombre a tan transitada vía. Ojalá bajo el rótulo de la calle que lleva su nombre, se una pronto una adenda sencilla que diga: “Médico. Director del Hospital de S. Juan de Dios, y patriarca de una gran familia veleña”.