Prensa escrita
Artículo de Francisco Montoro
No corren buenos tiempos para la prensa escrita. En los últimos años estamos viendo cómo se cierran numerosos kioscos de prensa, y la actividad, antes muy viva, está cruzando un desierto muy fuerte. Internet, prensa digital, las redes sociales... son una competencia muy fuerte.
En nuestro caso, la historia de la prensa escrita local se ha movido a rachas. El periódico de Vélez-Málaga más antiguo que recordamos fue El Liberal Moderado, que aparece en el año 1820. Más tarde, en el mismo siglo XIX, se publicarán El Eco de Vélez-Málaga (1874) y La Voz de Vélez-Málaga (1894).
A comienzos del siglo XX se va a producir una especie de momento de oro de la prensa local. Aparecieron los periódicos El Defensor de Vélez-Málaga (de tendencia republicana), el Siglo XX (semanario católico independiente) y La Monarquía (de ideología conservadora). Estos periódicos eran semanales, y el que más larga vida tuvo fue La Monarquía, que pervivió siete años, y que ha mantenido el record hasta hace poco tiempo, en que el Informaciones de la Axarquía -también ya desaparecido- lo superó.
Todos estos periódicos fueron semanarios y se sostenían con las aportaciones de los subscritores y la publicidad. Y aunque vendían la idea de que eran independientes, la verdad es que detrás de cada uno de ellos estaba una formación política, que lo sostenían, animaban y difundían.
El Defensor de Vélez-Málaga fue afín al Partido Radical de Alejandro Larroux, y La Monarquía se presentaba como representante del Partido Conservador.
Antes de la Guerra Civil, en 1927 va a aparecer El Presbiterio, como pequeña publicación eclesial, y, en 1930, Renovación (“Periódico Quincenal de Izquierdas”). Ambos de corta vigencia.
Después de la Guerra Civil, el control gubernamental de los medios de comunicación fue completo en todo el país. En este contexto nace, al llegar 1950, el Guión Parroquial. Se trata de una pequeña revista mensual en la que se dan cuenta de las obras parroquiales, de los cultos...
A mediados de los años cincuenta, y siempre bajo el paraguas protector de la parroquia de San Juan, aparecen algunos medios de comunicación que, de un lado, continúan con la ilusión despertada por el Guión Parroquial, y de otro, ya denotan un cierto tufillo no eclesial, si bien siempre dentro de los parámetros sacros para no arriesgarse a una intervención gubernativa. En este contexto, nacen los periódicos Vélez y Fortaleza. Son los tiempos de la emisora de radio La Voz de la Parroquia. Poco a poco se van aventurando a tocar temas no religiosos, y, en sus últimos tiempos, se nota ya la maduración pseudoaperturista de la sociedad española ante los años sesenta. De todos modos, del contenido de los números del Fortaleza al del Axarquía -revista de la Asociación de Vecinos, que, en los años setenta, ve también la luz en la sacristía de San Juan- media el abismo del aire atrevido y reivindicativo de la progresía veleña.
Luego, en los años 80, van a venir Carta de Vélez, de don José Méndez Hoyos, los de Antonio Jiménez (El Correo de Vélez, El Comarcal...).
Hasta los tiempos cercanos, con La Voz de la Axarquía, El Oriental, Informaciones de la Axarquía, Diario la Axarquía, La Prensa, Noticiax, etc.
En esta tierra, como en otras muchas, es verdad que en épocas electorales los medios de comunicación (prensa escrita, emisoras de radio -incluso TV-...) han proliferado, y luego, pasados los comicios, desaparecidos. Solo algunos han tenido vocación, fortaleza y capacidad de gestión para la permanencia.
En la actualidad, con respecto a la prensa escrita, en estas tierras donde existieron tantos periódicos, solo se mantiene el NOTICIAS 24, con cuidada gestión y admirable dirección, manteniendo -con manifiesto heroísmo- la llama encendida de la opinión, la información, la tradición cultural...
Es posible que, dada la cercanía de los próximas elecciones municipales, ahora aparezcan periódicos nuevos, aún a sabiendas de que internet y las redes sociales acaparan la atención de los lectores. La prensa digital, al igual que los libros digitales, son una competencia enorme. Pero, !donde esté un buen periódico!...