De lo que cambia y de lo que no

En Rincón de la Victoria las empresarias han dicho basta a una Navidad aburrida y a ver cómo sus convecinos cogen sus coches para ir a disfrutar de las luces, los comercios y el ambiente de la capital. Entre ellas han encontrado el apoyo que les faltaba para dar el paso para cambiar las cosas. 

La frase cé­lebre de Albert Einstein, que no por ma­nida deja de tener validez, dice que “si quieres obtener resultados distintos, tienes que hacer las cosas de distinta forma”. Si en tantos años las ca­lles de Rincón han vestido una Navidad tristona y taciturna, era demasiado esperar que la entrada de un nuevo equipo de gobierno con menos experiencia y que, como decía el exalcalde en el pasado pleno, “se han encontrado con la realidad”, en referencia al caótico estado económico del municipio. Así que las luces vuelven a brillar bastante poco, y si nada lo remedia volveremos a pasar de unas radiantes y esperanzadoras mañanas navideñas a unas mortecinas y lánguidas noches de invierno. Con las luces ya nada se puede hacer. Por esto es por lo que las mujeres empresarias de Rincón de la Victoria han decidido tomar las riendas y organizarse para, entre todas, revitalizar Rincón de la Victoria.
     Lanzo la pregunta: si está pasando en todo el mundo, ¿por qué no puede pasar en Rincón de la Victoria? Christine Lagarde, directora gerente del FMI, parafraseaba el pasado mes de noviembre a Isabel Allende, novelista chilena: “Si una mujer está empoderada, sus hijos y su familia van a estar mejor. Si las familias prosperan, el pueblo prospera, y al final también lo hace todo el país”, e indicó que “…las mujeres son la solución a muchos de los problemas que afrontan hoy en día países de todo el mundo. Pueden cambiar las reglas del juego económico”. 
     Por de pronto, la forma de organizarse ya es un cambio importante. Lejos de comenzar con discusiones prosaicas sobre forma legal de constitución, nombramientos de presidenta y vicepresidenta, y otros roles sujetos a las importancias, han conformado una asamblea en la que todas tienen voz y se decide en­tre to­das, eligiendo entre e­llas a las que les re­presente, bien an­te otras asociaciones, Ayun­ta­mien­to o me­­dios de co­mu­nicación.
     Si a este nutrido grupo de empresarias, que rondan las 80 mujeres, no les da vértigo el camino que han comenzado y no sucumben a las presiones, a los corre-ve-y-diles, o a habladurías de pueblo, podremos comenzar a pensar que 2017 puede traer a Rincón de la Victoria un verdadero cambio, que lo convierta en la ciudad que se merece ser, y entre definitivamente en el siglo XXI, eso siempre que los políticos que tenemos estén a la altura de las circunstancias, para que vuelvan a brillar las luces de Navidad.
     De momento, cuentan con todo el apoyo de servidor que les escribe co­mo ferviente creyente de la frase: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y porque han demostrado su capacidad de tener la mente abierta y muchas ganas de decir “estamos aquí, ¿por qué no nos escucháis?”.