Una situación histórica

 

En Rincón de la Victoria se han vivido gobiernos de mayorías absolutas, en mi­noría, bipartidismos, un cuatripartito y, ahora, asistiremos a un gobierno desde la oposición, desde que el pasado 11 de noviembre, el Partido Popular y Ciudadanos presentaran una moción para revocar las atribuciones de la Junta de Gobierno. Esto ya es un hecho. El pasado míercoles 16 de noviembre, la Comisión de Gobierno habría dictaminado esta revocación de manera favorable con los votos en bloque de la oposición, sin que nada pueda hacer el Equipo de Gobierno, que ven impotentes cómo su poder decisorio se queda para cosas menores, y que en cuanto a poder ejecutivo quedará a expensas de las mociones de la oposición, que votarán en bloque. 
Es, por tanto, una situción inédita en Rincón de la Victoria, en la que será la oposición la que dictará la política del consistorio, y lo único que podrá hacer el equipo de gobierno es tratar de rascar lo que pueda en las mociones que presenten los primeros. No podrá ser de otra forma con un PSOE en minoría en el equipo de gobierno, cautivo de Izquierda Unida y Ahora Rincón, tras los enfrentamientos dialécticos casi constantes en los debates plenarios entre ambas bancadas y la situación comprometida en la que han dejado al ahora tripartito los documentos que José María Gómez hizo públicos y que ponen en entredicho el chantaje político del que acusaban al portavoz andalucista.
Más que improbable es ya el nombramiento de Antonio Moreno, de Ahora Rincón, como alcalde de Rincón de la Victoria, y que él mismo ha calificado como algo de menor importancia ahora mismo.
Hay una cita importante antes de eso. En el congreso de Ciudadanos, previsto para el próximo mes de febrero, se discutirán muy probablemente las políticas del partido, especialmente la que define si entrar o no en equipos de gobierno, y que tras el pacto PP-Ciudadanos a nivel nacional, podría cambiar, lo que abriría la puerta a una moción de censura en Rincón de la Victoria y un nuevo equipo de gobierno en el que estarían Partido Popular, Ciudadanos y el Grupo Andalucista, y en el que José María Gómez, ‘Pepín’, dejaría de lado sus asuntos con Francisco Salado, para favorecer la gobernabilidad del consistorio. De aquí a marzo del año que viene parece tiempo suficiente para que los populares se puedan organizar.
Los socialistas quedan como meros espectadores de la situación politica, exáctamente igual que pasa a nivel nacional, con un futuro bastante incierto, un sorpasso a las puertas -se­gún las últimas encuestas, y un desgaste institucional constante a nivel local, con la negociación de los presupuestos para 2017 en manos de la oposición y un consultorio de Torre de Benagalbón que no se han conseguido abrir este año como han estado prometiendo.