¿Ciudad de la cultura?
En las últimas semanas he comprobado con satisfacción cómo, desde que se relajaron un poco las restricciones debidas al covid-19, varios establecimientos y entidades de nuestra ciudad han tenido a bien organizar diversos eventos culturales que se están convirtiendo en un germen cultural de nuestro municipio y, sobre todo, de Vélez-Málaga ciudad, para que no se vuelva a convertir en una ciudad fantasma una vez que llegan los rigores estivales. Esto, que no es nada nuevo, sí tiene una especial relevancia dadas las condiciones que la actividad cultural ha sufrido durante la pandemia.
Recitales poéticos, actuaciones musicales, exposiciones, conferencias, microteatro, etc., se han ido asentando gracias a unos empresarios concienciados y concernidos por el desarrollo de nuestra ciudad y que han apostado por la cultura, no como un mero acicate para sus negocios sino como un compromiso para que Vélez-Málaga deje de ser el páramo turístico y cultural en que, a veces, se convierte.
También ha habido otras iniciativas privadas y algunas colaboraciones público-privadas como los recorridos culturales de Axarquia eat and travel y las visitas a los yacimientos arqueológicos de Torre del Mar y río de Vélez, organizadas por la Sociedad de Amigos de la Cultura de Vélez-Málaga -con el patrocinio de la Tenencia de Alcaldía de Torre del Mar- y el tren turístico y los recorridos nocturnos teatralizados por nuestro patrimonio histórico, donde colaboran la Concejalía de Turismo y la de Cultura y algunas empresas locales. A su vez, el Ayuntamiento ha retomado actividades culturales que hubo que suspender debido a la pandemia: el Festival Internacional de Guitarra, el festival ACOMPASAO de flamenco fusión, Al Son del Rebalaje en el Paseo Marítimo de Torre del Mar, conciertos en el Museo de Vélez-Málaga (MUVEL) y los realizados por la Banda Municipal, etc. Está claro que conjugar la iniciativa privada con la oferta pública, es una buena manera de dinamizar nuestros centros históricos y turísticos, lo que hay que apoyar y, sin duda, mantener.
No podemos olvidar que la consideración actual sobre la cultura -en su múltiple perspectiva social, económica, política, artística, etc.- tiene que comenzar por afirmar su presencia cada vez mayor en la vida de las personas y de los pueblos. De esta manera, se traspasa la idea de cultura como oferta dirigida al consumo pasivo y de mero espectáculo y se enfrenta con la necesidad de aplicar actuaciones que la revaloricen y la contemplen como un factor de desarrollo para la sociedad y sus individuos. Fortalecer la cultura es construir ciudad.
No estoy seguro si nuestros responsables políticos tienen del todo claro esta idea. Lo que sí puedo afirmar con rotundidad es lo trascendental que es la necesidad de implementar políticas culturales para promover el desarrollo integral de nuestra tierra, atendiendo sin condescendencia ni a regañadientes las aportaciones y consideraciones que desde diversos colectivos y asociaciones se hacen, garantizando la participación ciudadana a través del tan traído y llevado Consejo Local de Cultura y Patrimonio que, desgraciadamente, sigue durmiendo el sueño de los justos.
Desde las instituciones públicas no se debe caer en los errores que desde la propia Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)se denunciaron hace tiempo:
-La cultura reducida a mero factor de prestigio del poder establecido.
-La política cultural como “repartidora” discrecional de dinero, para la compra de adhesiones y silencios, para la penalización de la discrepancia y la diferencia cultural, para la imposición, en definitiva, de un modelo cultural preestablecido, de un molde ideológico.
-La política cultural como arbitrariedad, como vehículo del capricho o del despotismo elitista del mandarín de turno.
Vélez-Málaga puede ser realmente una ciudad de la cultura, pero nuestros políticos necesitan atarse bien los machos para conseguirlo, contando de manera efectiva con los sectores sociales implicados, a partir de la aplicación de un nuevo modelo de gestión más especializado y planificado, con mayores inversiones, coparticipación ciudadana, implicación del sector privado y voluntad política con un amplio consenso para construir una ciudad de la cultura amable, sostenible y accesible para todos. Y ello sin olvidar resolver definitivamente algunos asuntos pendientes, entre otros:
-La creación de oficinas y cauces estables de información turística y cultural.
-Programación de otros hitos culturales (como festivales de teatro y música y más actividades al aire libre en enclaves naturales y patrimoniales).
-Apertura de una oficina de rehabilitación en el centro histórico de Vélez-Málaga y flexibilización del PEPRI, que está limitando la posibilidad de que lleguen nuevos inquilinos e inversores con proyectos turísticos y culturales.
-La adecuación del proyecto del Castillo de Torre del Mar, obteniendo sus casas para un proyecto global y respetuoso con su historia.
-Exigir la rehabilitación del Convento delas Claras, la apertura del Mercado de San Francisco; la recuperación del teatro Lope de Vega; un servicio municipal de publicaciones, etc., etc.
Todas estas acciones son necesarias para que la respuesta a la pregunta que se plantea en este artículo sea afirmativa y para dinamizar nuestro municipio como demandan sus moradores, comerciantes y ciudadanía en general.