Con la música a otra parte
La pandemia ha destapado una realidad que llevaba años latente: en nuestra tierra no se le presta una atención de manera continuada a la creación e interpretación artística, en general, y a la musical, en particular, sobre todo en lo que se refiere a los artistas locales. La música, como valor cultural, de progreso y de generación de recursos económicos, no está lo suficientemente asentada en nuestro municipio, a pesar de las buenas iniciativas existentes que, esperamos, se consoliden en el tiempo, al margen de las veleidades políticas, como el ciclo Damas de Noche, Al Son del Rebalaje, Festival Internacional de Guitarra, Festival Flamenco-Fusión ‘Acompasao’ en el Cerro de los Remedios, conciertos en el CAC y en el MUVEL, Festival Flamenco ‘Juan Breva’, actuaciones de la Banda Municipal de Música, etc.
Devastado por el efecto de la pandemia, el sector de la música en directo y agentes empresariales y sociales reclaman que se amplíe esta actividad, sobre todo en lo concerniente a la celebración de eventos tanto en instalaciones del sector hostelero y de restauración, como iniciativas públicas, en un municipio como el de Vélez-Málaga, que pretende ser turístico y donde el clima y el patrimonio natural e histórico pueden facilitar la organización de distintos eventos dentro de las condiciones de seguridad sanitaria establecidas.
Al margen del macro evento del Weekend Beach Festival, que nos vino dado y tiene unas características muy singulares que no a todos satisface, sigue faltando un festival estable de teatro (incluido los musicales), el añorado de Jazz, Ritmo y Blues, certámenes como el Axarquía Rock, que hace muchos años se desarrollaba durante la feria de San Miguel promoviendo a grupos comarcales y locales, la instalación de locales de ensayo para los grupos y solistas del municipio, y promoviendo con cierta flexibilidad que los locales y negocios que quieran programar música en sus instalaciones, lo tengan un poco más fácil, siguiendo el espíritu del decreto de la Junta de Andalucía, que abogaba por esa flexibilización y dejaba en manos de las corporaciones locales el desarrollo del mismo. Un desarrollo que, en el caso de Vélez-Málaga es muy poco conocido y no ha contado, precisamente, con la participación de los músicos, técnicos y artistas del espectáculo.
Aunque está claro que las actuaciones musicales atraen a personas de allende nuestras fronteras y dinamizan nuestros centros históricos y turísticos y sus zonas de influencia, parece como si el ‘Síndrome Ipanema’ revoloteara por las mentes de nuestros políticos que le han cogido miedo a la promoción y desarrollo de actividades musicales, que necesitamos ahora más que nunca.
No puede ser que en ocasiones parezca que se criminaliza a la música en directo y que siga siendo una asignatura pendiente en nuestro municipio, sancionando en exceso y no informando ni facilitando que se produzca. Se debería poder escuchar música en directo en cualquier esquina, o recinto público o privado con diferentes grupos y solistas de calidad alegrando la ciudad. Se podría establecer una especie de consejo asesor formado por especialistas para que orienten a nuestros representantes políticos en la toma de decisiones al respecto. Para ello, si queremos darle sentido al eslogan ‘Vélez-Málaga, Ciudad de la Cultura’, deberíamos hacerlo, entre otras cosas, con música, como hacen otros muchos pueblos y ciudades de nuestra comarca y provincia, donde ya se tienen programadas diversas actividades y eventos que forman parte de su oferta turística y de su identidad cultural.
Las dificultades a la hora de tocar en directo en locales de la ciudad deben ser las justitas y hacer como el Ayuntamiento de Málaga, que ha elaborado una guía aclaratoria dirigida a hosteleros, artistas e incluso a la Policía Local en la que se explican las condiciones que desde mayo de 2020 hay que cumplir para que un establecimiento de la capital pueda organizar actuaciones de pequeño formato, tanto con el preceptivo permiso como sin necesidad de autorización previa, sobre todo con grupos de pequeño formato acústico o semiacústico y en áreas no declaradas zonas acústicas especiales, como en el resto de locales y establecimientos que así lo requieran, preferentemente en suelo no residencial o que no moleste al vecindario en horarios determinados.
Ahora que vamos volviendo poco a poco a la mal llamada ‘nueva normalidad’ y se van a eliminar algunas restricciones horarias y de movilidad tras el decaimiento del estado de alarma, sería bueno que desde el ayuntamiento y otras instituciones se cuente más con nuestros creadores e intérpretes y los músicos y artistas del espectáculo no se tengan que ir con la música a otra parte.