La editorial Combel apuesta, otra vez más, por el arte para los pequeños lectores porque están convencidos que el arte vivido como un juego es un educador excelente.

Todo contacto con una experiencia artística es enriquecedor para quien se acerque a ella, y lo es más si es por medio del juego. Los niños suelen crear y jugar sin comprender muy bien lo que hacen, pero la creatividad fluye de ellos y se enriquecen como personas.

Partiendo de estas premisas, la ilustradora Luisa Vera ha creado un libro lleno de magia, imaginación, creatividad y vida cargado de un componente lúdico muy importante.

Para ello nos invita a viajar desde la portada apaisada del libro y nos anima a descubrir los objetos escondidos tras una línea sin fin. Sin duda un entretenido pasatiempo.
Para la creación de esta obra se ha inspirado en dos genios de la creación: Paul Klee y Saul Steinberg.

Con estos maestros, Luisa Vera nos adentra en un libro con hojas desplegables que nos tapa un dibujo insólito de una línea que oculta muchos elementos. Hay siete dibujos en una triple página que ocultan juguetes, bichos del jardín, medios de transportes, seres submarinos, animales, naves galácticas y la familia del protagonista. 

Cada colección de elementos dibujados en una línea se presenta con un pareado que nos anima desplegar la página y localizar lo que senos indica, hasta que llegaos al final y nos topamos con datos biográficos de Klee y Steinberg, seguidos de un solucionario para los que les faltó encontrar algún elemento y una hoja esperándonos para que dibujemos con una sola línea.

Un ameno libro que despertará la curiosidad en los pequeños lectores y los animará a crear si darse cuenta, aunque los mayores también podrían intentarlo. No hay problema con la edad.