¿Ha merecido la pena?
Si en estos días de impas
respira mejor la tierra,
están las aguas más limpias
y brillan más las estrellas.
Si hoy es ya más positiva
la sangre de nuestras venas…
será que tantos esfuerzos
han merecido la pena.
Si en el hogar las familias
han compartido experiencias
y han disfrutado a diario
comidas y sobremesas.
Si hemos aprendido en casa
mucho más que en las escuelas…
será que el confinamiento
ha merecido la pena.
Si para abrirnos los ojos
han bastado dos semanas,
para entender que en la vida
los héroes no llevan capas,
que la salud es lo primero,
que con euros no se paga,
que las familias se acercan
con una videollamada,
y ya… sabemos sin hablar
lo que dice una mirada.
Pero…
Si está brillando una estrella
por cada abuelo que falta…
será que, en esta pandemia,
algo importante se escapa.
Porque si es triste pensar
que no han servido de nada
los días de reflexión
de esta etapa confinada,
más pena me da saber
que en esta desescalada
no hay un peligro mayor
ni cosa que más contagia
que los besos, los abrazos
y la risa de una boca destapada.