Con honores y por la puerta grande
Hoy quiero rendir homenaje
y no veo manera ni modo,
porque de D. Rafael Liébana
es que ya se ha dicho todo.
En el mundo malagueño
de la cultura y el arte,
este veinte ocho de noviembre
va a ser una fecha inolvidable.
Nos ha dejado un señor,
un artista de verdad.
Faltaban genios arriba
y Dios lo mandó llamar.
Un hombre comprometido
con el mundillo cofrade,
con las manos bendecidas
por el Señor para el arte.
Un genio para el dibujo,
un maestro en el dorado,
un virtuoso en la talla,
un escultor consagrado.
Cada obra terminada
es un sinfín de sensaciones,
su pasión y maestría
fueron parte de sus dones.
Miles de obras firmadas
corroboran lo que digo,
nunca se negó a un trabajo
ni a un cofrade, ni a un amigo.
Que así lo consideramos
los que un día lo conocimos.
Como artista fuiste un genio,
un buen hombre como amigo.
¡Cuántas veces de tu mano
tuvimos a Jesús delante!
y ¡Cuántas, salida de tus pinceles
a su Santísima Madre!
Hoy que al fin tienes la suerte
de tenerlos cara a cara,
al contemplarlos de cerca
vas a hacer su mejor talla,
y aquí estarás siempre presente
en cada Semana Santa.
Descanse en paz.
Un artista, un amigo.