Otro 8 de julio más
El movimiento en la vida
se demuestra caminando,
y es que son ya muchos julios
los que vamos celebrando.
Vamos escribiendo juntos
las páginas de un diario
de alegrías y emociones,
nostalgias y desengaños…
Porque cuando pasa el tiempo
y la vida va cambiando,
nada es ya tan bonito
como de recién casados.
Lo importante es estar juntos
en lo bueno y en lo malo
y darle gracias a Dios
por la salud, la familia y el trabajo.
A veces los nervios se crispan
y el río, ese día baja bravo,
otras veces sin motivos
no damos a torcer el brazo,
y el orgullo nos traiciona
y actuamos sin pensarlo
y antes de pedir perdón
queremos ser perdonados.
Olvidamos que un jardín
cada día hay que cuidarlo.
Con cariño y con respeto
todo se acaba olvidando.
Y es que:
Cuando haya fuego en la casa
hay que tener siempre claro,
que el humo que esto provoca
no salga por el tejado.
Con esta regla de oro
y cumpliendo lo firmado
si Dios quiere y los dos queremos
cada año será un regalo.