Seguir viviendo
¡Cómo ha cambiado la vida
en estos últimos años!
¡Y cómo duele en el alma
tanto sufrimiento humano!
Pero hay que seguir adelante
venciendo virus y guerras,
que el hombre siempre resurge
como el Fénix, con más fuerza,
de los desastres naturales,
de los porqués sin respuesta,
de pandemias y conflictos
de sinrazones y huelgas.
Pero, me pregunto yo…
¿Dónde nos equivocamos?
¿Qué cosa hemos hecho mal?
¿Qué pasa por la cabeza
de los que dicen mandar?
¿Cuántos proyectos se han roto?
¿Cuántos sueños infantiles?
¿Cuántas risas e ilusiones
ha callado los misiles?
¿Cuántas lágrimas vertidas
han regado las fronteras?
¿Cuántos sueños y esperanzas
caben en una maleta?
¡Qué lentas pasan las horas
pendientes de las sirenas!
y ¡qué difícil los días
escondidos bajo tierra!
Dios manda grandes batallas
a los mejores guerreros.
Él sabe que hay una fuerza
mucho más grande que el miedo.
¿Qué nos espera mañana?
¿Cuál será el próximo reto?
El que vivimos ahora
no es el mejor de los momentos.
Pero tenemos salud,
y tienen salud los nuestros,
son motivos suficientes
para dar gracias por ello,
y mientras que salga el sol
tenemos que seguir viviendo.