Manuel Gutiérrez (PP Vélez).- Que se hospedara en Vélez-Málaga y, desde ahí, todos los días visitara 4 ó 5 municipios. Tenemos la suerte de vivir en una comarca excepcional donde cada pueblo tiene su propio encanto, por lo que yo recomiendo no dejarse ninguno atras.

José Pino (AxSI).- Yo recomendaría el espectacular casco histórico de Vélez-Málaga, que, si estuviera cuidado, limpio y seguro, es el lugar más lindo que existe en la comarca. Como no está en condiciones, recomendaría Frigiliana.

Alicia Pérez (IU).-  Cada uno de los hermosos pueblos de interior de la Axarquía es un destino magnífico. Entre los más auténticos, aún no invadido por la fiebre turística y residencial, está Sedella. Su origen morisco aún es fácilmente indentificable en el callejeo y la cercanía al Parque Natural ofrece unas opciones magníficas para disfrutar de la naturaleza.

Mamen Fernández (Por Mi Pueblo).- Por supuesto, Vélez-Málaga, es la cabeza de la comarca (sin menospreciar a nadie), el pueblo con mayor número de habitantes y con más historia. Os invito a que visitéis Vélez-Málaga, que tiene mucho que contar.

Jesús Aranda (Músico y profesor).- Recomendaría, además de Frigiliana, la Ruta Mudéjar de los pueblos blancos de la Axarquía. Amén de gozar de una ruta con unos paisajes espectaculares, la bondad de sus gentes y una buena gastronomía, podrían sentir parte de la historia árabe que los une, pues conservan los mejores rasgos en arquitectura y trazado mudéjar de la zona como son Canillas de Aceituno, Arenas, Árchez, Salares y Sedella.

Jesús Pastor (Empresario).- La Axarquía es una gran comarca, y si esa persona quisiera playa  le recomendaría Nerja y/o Torre del Mar y desde ahí visitar toda la comarca. Le recomendaría, si busca hotel, el entorno del pantano de La Viñuela, y si busca otro tipo de alojamiento, puede hospedarse en Cómpeta, Frigiliana, Canillas y en general en los múltiples alojamientos rurales.

Daniela Tonetti (Directora comercial).- Frigiliana, Arenas, Almáchar, Cútar, Macharaviaya... El interior de la Axarquía es un precioso ramo de flores frescas donde en cada parada te aguarda un trozo de historia, folclore, belleza, naturaleza y armonía. Yo recomendaría un paseo sosegado por estos pueblos y el contacto con sus gentes.