Manuel Gutiérrez (PP Vélez).- Muy negro. Sánchez ha vendido a España, con tal que ser presidente. No son buenos acompañantes los que apoyan el golpe en Cataluña, los proetarras, los antisistema de Podemos y un  PNV muy desleal, todos, por una razón u otra, quieren romper España y derogar la Constitución.

Antonio Yuste (PSOE Almáchar).- España ha abierto un tiempo nuevo de regeneración política, de políticas de izquierda y de diálogo.

Alicia Pérez (IU Vélez).-  El futuro inmediato de España, mejor. Creo, y en eso estaremos de acuerdo, que se hacía insostenible mantener al frente del Gobierno de España a un partido que ha estado saqueando las arcas públicas para mantenerse en el poder. A partir de aquí, tan complejo como la propia vida del común de los mortales. 

Daniela Tonetti (Directora comercial).- Tanto para Rajoy como para Sánchez, hay que aplicar el por sus hechos los conoceréis. Lo que está claro es que el bipartidismo ha vuelto a sobrevivir, una vez más, a los pretendidos sorpassos alternativos.

Jesús Aranda (Músico y profesor).- De entrada, con ilusión. España necesita una regeneración institucional, recuperar derechos y libertades y generar nuevos consensos. Además, empezar a resolver la cuestión territorial que será, sin duda, uno de los retos a los que se tendrá que enfrentar de forma inmediata. Tampoco va a ser fácil gobernar con unos Presupuestos que él mismo votó en contra, pero era inaplazable sacar al PP de la Moncloa. Ahora es el momento de la POLÍTICA.

Jesús Pastor (Empresario).- Pedro Sanchez es un mediocre revanchista que va a arruinar al PSOE y a España. Un hombre que ha cortado la cabeza a todos los que rivalizaron con él en las primarias. Su acceso a la Presidencia de Gobierno es totalmente legal, pero inmoral, pues pactar con los separatistas y con los herederos de ETA es indigno de un socialista. Si Pablo Iglesias el bueno (no el de los chalets) levantara la cabeza, lo expulsaría del partido.

Jose Pino (AndalucíaxSI).-  Pues espero que negocie con los catalanes y arregle el conflicto, deje sin efecto el artículo 155, se reconduzca la situación de España y se centren en la evolución del país, el paro, y la situación económica. Es una situación complicada, pero el futuro sin acuerdos será inviable, como le ha pasado al PP.