Bienvenida a MR. CHO
Ayer tarde, tomando un café en una tranquila cafetería del centro, no pude evitar oír la conversación que mantenían un par de jóvenes en la mesa de al lado, me pareció más que interesante lo que comentaban y me puse en modo ‘escucha activa’.
Estaban criticando al inepto de su CHO, sí, ¡¡Cómo te lo digo… a su CHO!! Pensé que se refería a su chófer, pero no: después de estar atando cabos, lo pillé: hablaban de su Chief Happines Officer, un CHO, un director de Felicidad, un profesional que se dedica a crear buen ambiente en la empresa, a tener a los empleados contentos, mejorando su calidad de vida.
Este CHO hace que el lugar de trabajo sea más agradable, que no haya malos rollos y críticas entre compañeros, promueve estrategias wellnes, informa y procura establecer hábitos saludables entre la plantilla, por ejemplo, con clases gratuitas de yoga o de mindfulness, creando tiempos y espacios para practicar el ejercicio físico. También organiza encuentros para hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza, (fuera del horario laboral, claro está). Pero principalmente ‘oye’ a la plantilla, ‘escucha’, sus necesidades y propuestas.
¿Y de dónde vendrá este CHO? Pues de EEUU, como el búrguer y como casi todo lo moderno, en América están en todo y allí es tendencia, porque se ha descubierto que, a mayor felicidad en el trabajo, más productividad, según algunos estudios realizados con un incremento de hasta un 30%. Y digo yo, que para saber que estando contentos trabajamos más y mejor no hay que ser americano, que ya lo decía el filósofo: “La alegría perfecciona la obra” y es que ser feliz en el trabajo no debería ser una utopía.
Por suerte, o por mera supervivencia, las cosas evolucionan y hasta mejoran con el paso del tiempo, (bueno, no todas, ni todos, lo hacemos, permítanme decir), quizá por eso sería bueno tener una mente abierta a los cambios, apostar por las nuevas tendencias que nos enriquecen. ¡Aunque vengan de América!
Ante esta nueva moda, ya se recomienda a las empresas españolas, contratar dentro de su Departamento de Recursos Humanos, a sus propios CHO’S, y hay ya centros formativos que imparten estudios especializados para certificarte como Director de Felicidad, aprendiendo metodología, beneficios y herramientas para medir la felicidad en el trabajo.
Y es que, afortunadamente, las cosas han cambiado mucho en el entorno laboral, la nueva hornada de profesionales valora cosas que los más veteranos quizás no valorábamos, cosas como conciliar y vivir, dedicar tiempo a la familia, a los amigos y aficiones. A estar a gusto ‘en’ y ‘con’ el trabajo. Las empresas lo saben, y saben que retener el talento es todo un reto, el buen ambiente y trato en el ámbito laboral, es esencial.
Y aunque ya no somos aquella España en blanco y negro, que tan irónicamente nos dibujó Berlanga en los años 50, ante el CHO que viene de los EEUU, podemos cantar como lo hiciera Lolita Sevilla en la película Bienvenido, Mr. Marshall: “¡Os recibimos, americanos, con alegría: olé mi padre, olé mi suegra y olé mi tía!”. En fin, ¡demos la bienvenida a Mr. CHO!