Celebro que, aunque a veinte días escasos de las próximas elecciones, la parcela de titularidad municipal donde hace años empezamos a construir un campo de fútbol en Caleta de Vélez haya dejado de ser, por fin, el matorral que fue durante las dos últimas legislaturas. 

También me alegro de que se blinden los usos públicos de ese equipamien­to, tal y como aprobamos en pleno a propuesta de nuestro grupo al inicio de este mandato. 

Pero me produce impotencia haber pasado por esta corporación sin que mis esfuerzos como portavoz de Izquierda Unida hayan servido para ver culminado el campo de fútbol que los vecinos de Caleta de Vélez llevan anhelando desde hace décadas y que, con bastante menos dinero del que el Ayuntamiento ya ha invertido en esta parcela, podría haber sido una realidad de la que, en última instancia, se hubiese be­nefi- ciado la importante cantera de niños que este pueblo tiene repartida por las diferentes escuelas de fútbol de nuestro municipio... e incluso por otros municipios vecinos, como Algarrobo. También lo podrían haber usado los diferentes equipos de vete­­ra­nos que Caleta de Vélez tiene compitiendo cada año por la comarca. 

Cómo sabréis, se intentó en reiteradas ocasiones a través de propuestas defendidas en pleno, y en cada alegación nuestra a las cuentas del Ayuntamiento. Pero no pudo ser. Esperemos que, más pronto que tarde, finalicen de verdad las obras... Sin perjuicio de que en el terreno de juego, con una planificación lógica y razonable, se pueda compatibilizar el uso como cancha de rugby y como campo de fútbol. 

De todo corazón, espero y deseo que así sea.