La vigilia de Lobezno
Charles Soule completa su trilogía de Lobezno con la serie que comienza a publicarse en España y que recibe el nombre de La vigilia.
Soule fue el guionista que mató a Logan, el que lo ha traído de vuelta hace pocos meses y el que, ahora, nos cuenta algunos momentos relevantes de su trayectoria en una serie publicada originalmente en Marvel Comics Presents a lo largo de las 9 entregas mensuales que se ha mantenido la cabecera durante el pasado año en su versión original.
“Cada uno de los segmentos está ambientado en una década diferente”, comentaba el guionista cuando se presentó la colección, “moviéndonos hacia adelante a partir de la primera, ambientada en la Segunda Guerra Mundial”. Paulo Siqueira es el encargado de dibujarlo, realizando un trabajo “absolutamente increíble”, en palabras del propio Soule. “Es oscuro, propio de un relato de terror o de fantasía, ante el que estoy muy emocionado”, afirmaba el escritor cuando se presentó el serial, meses atrás.
Esta es la tercera ocasión en la que Marvel ha publicado una cabecera con el mismo título de Marvel Comics Presents.
Su primer volumen se editó poco antes de que Lobezno consiguiera serie abierta, un título muy particular que sirvió de adelanto de esa circunstancia, y fue una colección distinta a cualquier otra, por estructura y por periodicidad. Se trataba de un título quincenal, que en cada número incluía cuatro relatos diferentes: los tres primeros solían ser seriales, de diferente duración, mientras que el cuarto quedaba como autoconclusivo. El primero de los seriales fue, casi siempre, el protagonizado por Lobezno. Ahí se estrenó, en 1988, el equipo creativo de Chris Claremont y John Buscema que luego se haría cargo de la serie convencional, y también se publicó una historia tan importante como Arma X de Barry Smith.
Tras un segundo volumen, entre 2007-2008, que pasó un tanto inadvertido, Marvel Comics Presents regresó en enero del pasado año con motivo del octogésimo aniversario de La Casa de las Ideas, de nuevo para presentar una historia de Lobezno como ninguna otra, que transcurre en paralelo a las décadas de existencia de la factoría de Stan Lee.