Amores perros
Columna de Segismundo Palma
Si desmientes tu ruptura sentimental como táctica política, entonces has perdido. Y es lo que nadie le ha dicho al Oh, líder y a su excompañera íntima y de butaca parlamentaria. Si haces estrategia de esto, si actúas, comienza la telenovela. Carnaza de Telecirco, el único canal televisivo alejado hasta el momento de la monoprogramación podemita: la auténtica propaganda mainstream de la organización morada. Ahora, el horror vacui es total. El hemiciclo hace el cariño y en las manifas se liga tanto como paseando a tu bebé recién nacido por un parque atestado de mamás inteligentes. Casi tanto como paseando a tu perro de marca en un barrio hipster. Dicen las malas lenguas que Tania Sánchez, la de la mala leche irrenunciable, fue denostada a la platea tras el deceso con el Oh, líder. ¿Qué ocurrirá con Irene? Entre compañeros, camaradas, no se permiten estas putadas de facha rociero. Si a Irene se le corta el flow, ¿qué dirán del Oh, líder? El embrollo puede adquirir tintes épicos, de relaciones personales ensuciadas de poder a lo ‘Juego de tronos’, la referencia cultural y simbólica del milenio, según el Oh, líder. ¿Tendrá el síndrome de Estocolmo de su ficción favorita? Dos ex en el ostracismo. Mucha imagen que lavar. Y aunque sean marxistas, no son gilipollas. Buena imagen ante todo. Proyectar a la masa es la consigna. Parecer una picadora de compañeras, fagocitándolas para deposición política no es buena idea para el macho-alfa del movimiento. Prime time, dientes y un “no te me pongas nervioso” a tiempo. Ay, Oh, líder y ex. ¿Y es que no conocéis el refranero ibérico? Donde tengáis la olla… pues eso. ¡PUM!