El héroe de la Décima con su cabezazo del minuto 93, el mismo minuto en el que marcaba en la Supercopa de Europa. El defensa con espíritu de goleador que se disfraza de salvador lo volvió a repetir. La Liga se comprimía tras un Clásico táctico, más de equipo que de individualidades, cuando apareció Sergio Ramos para cabecear a la red y mantener los seis puntos de ventaja de su equipo.

El camino de récord de Zinedine Zidane sumó su 33 partido invicto el día que más cerca estuvo de la derrota. La imagen de solidez del primer acto no la culminó con goles. El dominio abrumador de Luka Modric del partido no tuvo continuidad en los jugadores de ataque con un Karim Benzema especialmente desenchufado.

El Barcelona creció desde la perseverancia, agarrándose a apariciones puntuales de Neymar, a un error grave de la pizarra de Zidane. Un equipo con media de altura baja y dos jugadores a marcar por su peligro en el juego aéreo como Gerard Piqué y Luis Suárez, acabó con el uruguayo cubierto por Lucas Vázquez. A placer adelantó a su equipo.

La retirada del campo de Isco Alarcón y la entrada de Andrés Iniesta dio el balón al Barça, que desató sus mejores minutos. Neymar y Messi perdonaron, pocos esperaban el castigo final. Una falta evitable de Arda Turán acabó en la reaparición de una sociedad de alegría para el madridismo. Modric puso el balón medido y Ramos cabeceó con el corazón a la red. Era el 89. El Real Madrid salía ileso del Clásico, crecido en su 'Tourmalet' particular.

El Sevilla desaprovechó la oportunidad de colocarse segundo. Su desplome en Granada sorprendió a todos ante un rival que firmó su primer triunfo en la decimocuarta jornada (2-1), tras casi siete meses sin saborear una alegría.

Los de Jorge Sampaoli no tuvieron estabilidad defensiva y estuvieron desfigurados en ataque. Los tantos del brasileño Andreas Pereira en el primer tiempo y de David Lombán en el segundo premiaron el ímpetu del Granada que encuentra su mejor versión desde la llegada de Lucas Alcáraz. Se queda a dos puntos de la luz que ve al final del túnel.

Peor aún fue lo del Atlético de Madrid que tiró por tierra la posibilidad de volver a engancharse a la lucha por el título tras el empate del Camp Nou (0-0). No fue capaz de superar el planteamiento defensivo de Quique Sánchez Flores en un Espanyol que encadena cinco partidos sin encajar goles, con Diego López como pilar.

Pudo ser peor para los del 'Cholo' Simeone si no llega a ser por el esloveno Jan Oblak, decisivo en dos manos a manos que ejecutaban a la perfección el plan táctico de un Espanyol que buscó el contragolpe para hacer daño. Diego frenó cualquier intento del Atlético y Antoine Griezmann fue la cara de la impotencia rojiblanco, perdonando en los últimos compases la ocasión más clara.

Es cuarto el Atlético, que el domingo puede ser superado por la Real Sociedad, y quinto el Villarreal que no encontró el camino del gol en su visita a Leganés. Aún tiene colchón el equipo del sur de Madrid para no caer al descenso y eso que no termina de arrancar como local.

Un solo partido ganado de siete disputados, mantenido ante el Villarreal por un firme Iago Herrerín que brilló en su estreno como portero del 'Lega'. El duelo táctico acabó sin goles en un sábado con tan solo cinco tantos en cuatro partidos.