En las Actas Capitulares del Ayuntamiento veleño se encuentran las referencias más antiguas a la batata de Vélez-Málaga en 1563, aunque apenas tienen relevancia, según Jesús Moreno de la Academia Gastronóica de Málaga. Es Vázquez Rengifo, en su libro perdido y encontrado llamado Grandezas de la ciudad de Vélez y Hechos notables de sus naturales, de 1615, donde escribió: “Cógese tanta cantidad de patata que, demás de la que se gasta en esta ciudad y la que se saca por tierra, se embarca mucha por mar, de que cargan navíos que se llevan a Sevilla y otras partes. Esta fruta es particularmente de esta tierra, porque en pocas partes de España la hay, y su planta se trujo de Indias (…) Cómense cocidas, asadas y en cocinas y otros guisados, y crudas; y siempre tienen gusto de castañas. También se hacen conservas dellas como durazno y membrillo…”. 

Era evidente que Vélez-Málaga ya gozaba de un prestigio que le llevaría a ser la Capital Histórica de la Batata, merced a la cantidad y calidad de este tubérculo venido de las Américas.

Como para honrar la fertilidad de las tierras veleñas, Loli Serrano alquiló hace algún tiempo uno de los terrenos dedicados a huertos ecológicos de la ciudad, cerca de la barriada de Rubeltor y decidió sembrar batatas. Cual no sería su sorpresa, cuatro meses después cuando, como ella misma explica, "fuimos a coger las batatas y vimos una que sobresalía de la tierra, parecía una calabaza de lo grande que era".

Así que se pusieron a desenterrarla y descubrieron la grata sorpresa que aguardaba bajo tierra: Un ramal de batatas que pesó 18,5 kilos, y la batata sola ha llegado a alcanzar 7,5 kilos.

"Queremos que toda la Axarquía sepa la buena tierra que hay en estos huertos ecológicos. Por 20 euros mensuales, que incluyen agua, luz y herramientas, nos hemos llevado una gran alegría, por lo que recomendamos a todo el que pueda que tenga sus propios cultivos ecológicos", finaliza Loli.