La Mancomunidad de Municipios de la Axarquía acogió ayer la constitución de la Junta Central de Usuarios de la Costa del Sol Oriental-Axarquía. Esta entidad tendrá como finalidad obtener la concesión y la gestión de la futura desaladora proyectada por el Gobierno central en la Axarquía. Está integrada por representantes de la administración supramunicipal, de la Junta Central de Usuarios del Guaro y de la Junta Central de Regantes de la Axarquía.

“Estamos adelantando todo el trabajo administrativo que está en nuestra mano para que una vez esté construida la desaladora pueda entrar en funcionamiento sin que exista ningún impedimento burocrático”, ha afirmado el presidente de Axaragua, Jorge Martín quien ha precisado que “junto a la constitución de la Junta se ha creado una comisión redactora de los estatutos que habrá de regir dicha Junta”.

“Nuestro compromiso con los pueblos y con sus habitantes así como con los regantes es garantizar el suministro de agua en los hogares, establecimientos y empresas así como para la agricultura. Por ello, hemos estado trabajando con todas las administraciones para poner en servicio diferentes alternativas de abastecimiento, y la desaladora es una de las grandes infraestructuras que necesitamos. Así que, por nuestra parte, vamos a seguir la hoja de ruta que marcamos para no demorar ningún plazo”, ha destacado el presidente de la Mancomunidad, quien ha agradecido “la importante colaboración que están mostrando los agricultores y agricultoras agrupados en las dos juntas de regantes que serán beneficiados por la futura desaladora”.

En septiembre del pasado año, el presidente de la Empresa Pública de Aguas y Saneamiento de la Axarquía, Jorge Martín; el presidente de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro, Ricardo Campos y el de la Junta Central de Regantes de la Axarquía, José Carlos Gil firmaron un acuerdo para solicitar la concesión de agua de la futura desaladora a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Ésta aportarán 25 hectómetros cúbicos anuales de los que el 50 por ciento será para consumo humano y el 50 por ciento para riego agrícola.