PREGUNTA.- Le conocemos como periodista, estudioso de la historia de la Axarquía y como ganador de varios certámenes de relatos. Pero la obra que ahora presenta, Los velámenes del Vieux Port, es una novela muy humana y social. ¿Qué le ha motivado a escribirla?

RESPUESTA.- La novela refleja una realidad constatable en la prensa cada día y contra la que ya estamos casi inmunizados emocionalmente: las guerras lejanas, el sufrimiento de los niños, la valentía de muchos voluntarios. En definitiva, recojo la grandeza y la miseria más profundas y, sin embargo, hay una luz en la oscuridad que lleva al protagonista a buscar otros mundos que existen y que él ignora. Quería explorar la posibilidad de que desde un entorno hostil se pueda alcanzar los sueños. 

P.- He de confesar que me sorprende mucho el realismo de la obra, escrita libre de artificios. Incluso me conmueve la temática que trata: un niño soldado en una guerra fratricida.  Guerras que, por intereses económicos, se silencian.  ¿Socialmente, qué pretende usted  denunciar?

R.- No denuncio nada, ni lo pretendo. Yo solo retrato el mundo real, gente que tiene problemas reales, a la que nuestros problemas inventados desde un sofá en Bruselas, Madrid o Nueva York les suena a broma de mal gusto. El mundo de la novela es un mundo que existe, quizá invisible, pero ahí está para quien quiera asomarse al abismo. 

P.-  La historia comienza por el final.  Conocer el final implica que hay más profundidad. La lectura atrapa tanto que el lector se ve obligado a realizar un viaje emocional. ¿Personalmente, al escribirla, cómo ha vivido usted ese viaje emocional? 

R.- El protagonista vive un viaje iniciático. Hasta en los estercoleros nacen flores, y él es esa flor que quiere conocer ese otro mundo que el libro de Neruda le muestra. Es la odisea de alguien que no se conforma con lo que el destino le tiene reservado. El contexto es un niño soldado en una guerra que no le importa a nadie, pero también es el de todos aquellos que se han criado en un ambiente opresivo y, pese a no tener dinero, estudios o todo eso que hace la vida más fácil, es capaz de luchar para salir del estercolero con sus manos y su talento.

P.- Esas cartas que escribe el protagonista a su amigo se las lleva el viento... Aporta a la obra un lenguaje poético: sentimientos que se perderán o serán encontradas por un destinatario desconocido. ¿Qué simbología quieres expresar con ese estilo de narración

R.- Si Aristide encuentra el libro por casualidad, y esa casualidad le cambia la perspectiva vital porque se le ancla dentro, otros encuentran las cartas también por casualidad y también les cambia la vida porque hurgan en lo más íntimo de cada uno. A veces basta un pequeño detalle para que nuestras vidas cojan otro rumbo, si en nuestro interior anida la semilla adecuada.

P.- ¿Qué le diría al lector sobre Los velámenes del Vieux Port  para que se anime a leerla?

R.- Yo sólo puedo animar a leer, en general, cualquier texto que tenga una mínima calidad y que trate al lector como inteligente. Puede ser un buen momento para recordar ese otro mundo que, aunque no lo parezca, existe.

P.- Le felicito por la sensibilidad con que ha escrito Los velámenes del Vieux Port. Espero que algún día nos sorprenda con algún poemario. ¿Tiene usted un nuevo proyecto por escribir? 

R.- La poesía es una buena forma de sacar fuera lo que uno lleva dentro. Lamentablemente, en mi caso, yo lo considero un acto íntimo, que se lee o escribe en soledad. Todo es posible, claro, pero de momento tengo otros proyectos.

P.- Ha reunido usted en NOTICIAS 24 a una gran cantidad de escritores.

R.-  Llevo siendo director de periódico muchos años, y entiendo que el papel fundamental de un medio de comunicación, más allá de las noticias del día a día, es explicar el mundo que nos rodea, por lo que quién mejor que los escritores para contarlo.