Carmelitas 4
Columna de Antonio Jiménez
Más allá del número de firmas contra el proyecto de arrancar de cuajo la plaza de las Carmelitas ─magnolios, asientos, farolas y pavimento─, no creo que haya muchos veleños que discutan su inoportunidad, por el capricho electoralista del alcalde y, precisamente ahora, cuando, al fin, Vélez empezaba a sentir la consolidación de su emblemática plaza. Seamos honestos y claros: Hoy por hoy, el casco histórico veleño no dispone de la densidad de población que le permita desertizar las Carmelitas... hasta que no disponga del convento de su nombre o Vélez-Málaga no ejerza seriamente de capital comarcal.
Bernardo Pozuelo y Antonio Moreno se la juegan a una carta: Las Carmelitas es el último bastión del Vélez histórico, sostenido principalmente por el Ayuntamiento y el neoclásico quiosco de prensa (que también lo quieren derrumbar). Un fracaso... y adiós definitivo al Vélez de Tubal y Hércules.
A mi columna Carmelitas 3, la del 2 del 11 pasado, Antonio Peláez Toré así respondía por whatsapp desde Sevilla: “Si pudiera conectar con los compañeros socialistas de Vélez, les diría que el proyecto del Sr. Pozuelo de la Plaza de la Carmelitas es inadecuado, inhóspito, despilfarrador, y no prioritario ante otras necesidades del municipio. Y con las elecciones municipales a la vista, inoportuno. Desconozco si se ha sometido a debate público y democrático este proyecto, pero yo, siendo partidario pleno de las peatonalizaciones urbanas, creo que este proyecto va en contra de la calidad de vida y de los requerimientos culturales-turísticos, medioambientales y económicos de los veleños”.
Esperemos que, in extremis, la cordura, la presión popular y el artículo 98 del PEPRI, se impongan.