Estado de la cuestión
Columna de Antonio Jiménez
Terminada la legislatura de Antonio Moreno, y mientras llega el nuevo gobierno municipal, así contemplo el estado de la cuestión carmelitana (el desarrollo de su proyecto). Entremedias, nos hemos quedado con el freno de Jesús Atencia, (¡menos mal!) a la extorsión de los magnolios y el último acuerdo tomado por la cívica plataforma magnoliana:
En la plataforma se ha discutido y votado contemplar la finalización del pavimento, dejando todo lo demás que le da identidad a la plaza, la parte ornamental, visto para sentencia. La primera fase del proyecto, el pavimento, llegará a su fin tal cual. Dejando la ‘segunda’ parte del equipamiento al mejor criterio del nuevo gobierno; que presuponemos hará todo lo posible para que el ‘proyecto de peatonalización de las Carmelitas’ no arramble con todo lo que durante tantos años ‘la plaza’ mantiene de veleña, racional y amable. Evitando así un ámbito consagrado al sol inclemente, sin alma y sin identidad. Sin la vida de los árboles, sin sus tradicionales farolas (las mismas de calle Larios), sin los sombreados asientos públicos, sin el emblemático kiosco que tan buenos servicios ha dado para el encuentro de la vecindad, justo al lado del paso de vehículos que se acercan para estar al día de lo que pasa en el mundo comprando periódicos y revistas. Y, de camino, tentar a la suerte o endulzar el paladar con unos caramelitos...
En suma, una reivindicación ciudadana, salomónica al fin, pero con la que nadie pierde, y todos, autoridades, pueblo y plaza, salvamos nuestra dignidad.
Nota: Con la novedosa y proporcional tribuna semanasantera de los dos últimos años, los veleños ya hemos podido comprobar el idóneo y fluido pasar de las cofradías de la capital axarqueña. Perfecto.