Rincón de la Victoria, en la encrucijada
La Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía deja de considerar a Rincón de la Victoria como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT). Esto implica que dejará de haber libertad horaria para los comercios con superficies de más de 300 metros cuadrados en los meses con más afluencia de visitantes, lo que redundará en mayor desempleo, además del estigma que cae sobre unos gobernantes locales que, en tiempos en que la corriente turística bate récords en España y en la Costa del Sol, no han sido capaces de atraer visitantes, pese a ser uno de los escasos y privilegiados municipios con costa de la provincia de Málaga.
Empleo, imagen exterior, atractivo, movimiento comercial, marca... La medida de la Junta provoca un terremoto interno en el municipio que cuyo mayor daño se centra en el comercio. Que sus gobernantes hayan elegido vivir a espaldas del mercado potencial de clientes que ofrece la Axarquía, lo agrava aún más.
Volver la espalda a la comarca para integrarse plenamente como área metropolitana y esperar a que los visitantes cayeran solos del cielo, no ha demostrado ser una buena estrategia, como demuestran los datos y la medida de la Junta. La cortedad de miras en política -enfangados como están en mil pleitos-, provoca en la población, la gran perjudicada como siempre, dolorosos quebraderos de cabeza. El potencial de Rincón de la Victoria, su belleza natural y sus innumerables encantos siguen intactos, pero es el momento de hacer política de verdad, sin populismos ni demagogias. Rincón de la Victoria y sus ciudadanos lo merecen.