Salvemos Las Claras

Columna de Francisco Montoro

La historia de Las Claras y Vélez-Málaga sobrepasa el medio milenio de vida. La fecha más antigua que nos aportan los documentos es la de 1503. Desde entonces, hasta la actualidad, en los distintos formatos de beaterio, convento, monasterio…, las clarisas han estado siempre presentes en esta tierra. Porque las clarisas, en quinientos años, no solo han vivido en Vélez-Málaga, sino que han sido queridas y admiradas en estas inmediaciones de nuestros amores. Ellas, por su parte, han correspondido con oraciones, consejos y cariño hacia los veleños.

El ‘Monasterio de Nuestra Señora de Gracia’, que ha pasado a manos privadas hace pocos años -tras construir los adquirientes una nueva morada para las religiosas en el camino de Arenas- es un monumento de gran tamaño, y valor histórico-artístico, mandado erigir a sus expensas por doña Beatriz de Arellano, noble veleña, esposa de don Cristóbal Ponce de León. 

La historia del edificio comienza en 1540 siendo inaugurado el 4 de diciembre de 1555. En un principio fue monasterio (afueras de la población) y, posteriormente, convento (interior de la población) dada la evolución urbanística y crecimiento natural de la ciudad, proceso durante el cual este edificio se convierte en uno de los polos estructurantes. Con los años la Calle de las Monjas se convierte en uno de los puntos claves, distintivo y potente de la capital de la Axarquía.

El paso en los últimos años a manos privadas ha sumido al edificio en una situación de incógnita manifiesta. No se sabe su destino, y muchos veleños se temen lo peor. Las coincidencias con el desaparecido Convento del Carmen hace que los de aquí tengan la mosca tras la oreja. Ambos edificios -Convento del Carmen y  Convento de Las Claras- se construyeron en la misma ciudad, en el mismo siglo, con la misma finalidad. Ambos tienen una larga y fructífera historia, luego pasan a propiedad privada y... El Carmen fue demolido por “silencio administrativo” culminando una de las mayores desgracias culturales que ha sufrido esta tierra a lo largo de los tiempos. La especulación y la incultura se aliaron para que Vélez-Málaga perdiera el futuro de un edificio noble y notable que se construyó con la intención de traspasar la barrera del tiempo y se topó contra intereses “poco transparentes”.

Cuando los veleños nos lamentamos de las pérdidas del tren, de la plaza de toros, de la Fortaleza, de la Ermita de San Sebastián, del Convento del Carmen, etc., etc., se nos abren las carnes pensando en un posible triste final para el edifico de Las Claras, antiguo ‘Monasterio de Nuestra Señora de Gracia’.

Se ha hablado mucho de convertirlo en hotel, hospedería, museo de Semana Santa,  sede de la Agrupación de Cofradías, equipamiento cultural, etc., etc. Pero la verdad es que nadie sabe su destino final. ¡Ojalá no sea el mismo que el del Convento del Carmen!

¿Y qué podemos hacer los veleños? ¿De qué manera podemos proteger al noble edificio en cuestión para evitarle un triste final? ¿Cómo podemos ayudar los veleñitos de a pie para que ese trozo de nuestro pasado, y elemento significativo de nuestro paisaje urbano, tenga una salida digna, y no se pierda, se olvide, desaparezca...? Todos debemos tomar conciencia de la situación, convertir en un clamor la esperanza de salvación, insistir en cualquier foro público, en redes sociales, en prensa, radio y televisión, en cualquier tipo de plataforma o motivo para que los poderes públicos intervengan, tomen partido “pro-Las Claras” y se busquen, diseñen y apliquen soluciones para que la maldición de las lamentables pérdidas veleñas no se incremente. Las cofradías, las peñas, los partidos políticos, las asociaciones de cualquier tipo... deben marcarse en rojo la situación de Las Claras.

Salvemos Las Claras. Se trata de salvar algo que es parte de nuestra ciudad, de nuestra historia, de nuestro ser. Salvar Las Claras es una necesidad para que nuestra conciencia de pueblo no sufra otro daño irreparable y nos lleve a otra vergüenza incompatible con nuestro modo de entender el pasado, el presente y el futuro. Algo traumático, como pasó con  ‘San José de la Soledad’, El Carmen de Vélez-Málaga.

¿O no hacemos nada y mañana, tras la vergüenza, pasamos a lamentarnos, lamentarnos, lamentarnos...?

¡Salvemos Las Claras, estamos a tiempo!