Primavera palpitante
Columna de José Marcelo
Ante la llegada de la primavera, el poeta Antonio Machado, sorprendido, nos dice: “¡La primavera ha venido, / nadie sabe cómo ha sido!”. Que se presenta sin avisar, sin golpear a la puerta. Pero sí, golpea en los corazones y exige ese latir palpitante del que se apropia.
Porque la primavera es como un gran corazón que palpita alocadamente, para hacerse notar. Como dice otro poeta: “Viene la primavera/ toda vestida de cal, / alegre, inquieta, / ingenua como una niña”. Que sin querer, se hace presente y muestra su ingenuidad.
Esta primavera, de 2019, viene palpitante. También ingenua como es ella. Tenemos doble cita, en abril y en mayo. Citas comprometidas con las elecciones, que deciden el futuro de nuestro país y de nuestro municipio. Que es el futuro de todos. Es una cita tan formal como si fuera con ese ser querido, que motiva nuestra existencia. Aunque parezca que exagero, no exagero tanto, porque de votar depende que, en conciencia, no tengamos que lamentarnos. Así lo confirma el novelista francés Victor Hugo, que dejó escrito: “El invierno está en mi cabeza, pero la eterna primavera está en mi corazón”. Pienso que siendo cuestión de corazón, la decisión es personal. Que no debo dejar que los demás decidan por mí, o sin mí.
Tenemos otra cita con María Zambrano, nuestra pensadora, los días 10, 11 y 12 de abril, que se celebra el VI Congreso Internacional. En este congreso, se ha elegido su libro Persona y Democracia como temática de estudio y de profundización. En esta obra, María Zambrano muestra su preocupación por cuestiones de interés social: la crisis democrática, la proliferación de los totalitarismos, la desigualdad social, los derechos humanos… Problemas que están vigentes, los cuales requieren una reflexión acerca de la situación actual, y sus posibles soluciones.
He recurrido, muchas veces, a este libro para tomar citas, las cuales he reflejado en anteriores artículos. Pienso que, por la importancia de los temas que trata esta obra, es de gran interés para todos. Es una obra imprescindible, que debe ser conocida por las personas con compromiso político. Porque es un instrumento muy válido para tomar conciencia de la problemática social y concebir el verdadero sentido de la palabra democracia.
El 11 de abril, las personas amantes del teatro tenemos un nuevo encuentro con la Compañía María Zambrano, que pondrá en escena la obra La tumba de Antígona, cuya autora es María Zambrano. Aquí la pensadora hace una adaptación filosófica de la obra Antígona de Sófocles.
La figura de Antígona es de tanta trascendencia que en todas las épocas ha estado presente. Antígona es símbolo de la objeción de conciencia, de la rebeldía y la desobediencia; anteponiendo la ley divina y natural a las leyes creadas por los hombres. Ella, como mujer, es portadora de la naturaleza y de los valores de la familia; por ello, defensora de la ley natural no escrita, frente a la norma social.
Quisiera hablar también de la mirada de la primavera. Y de cómo esa luz tenue que se cuela por las rendijas, llega a iluminar el interior de los corazones. Esa luz que nos hace mirar de otra manera. Que nos invita a pasear y a recrearnos en el paisaje. Que nos empuja ir al encuentro de la amistad y compartir la mesa, el asado de carne o la sardina mirando al mar. Unos prefieren la montaña, otros la mar, o bien ambos paisajes. Nuestros pueblos se hacen más habitables y más festivos.