Celebremos juntos el 2 de noviembre
La vida es una aventura
con un principio y final:
nacer, es comenzar el viaje;
morir, es por fin descansar.
La muerte es inevitable:
nacemos para morir;
hay quienes se marchan antes
y hay a quien le toca sufrir.
Un día viene la noche
y emprendemos la partida
pero,no es un adiós para siempre,
es solo una despedida.
y es que…
Podemos creer que se van
porque nos falta su presencia,
podemos llorar su ausencia
y pensar que es el final
o, podemos creer que están,
sentirlos siempre presentes
y esperar pacientemente
a encontrarnos más allá.
Aquellos que un día se fueron
porque alcanzaron su meta,
hoy van por otro sendero
pero nos dejaron huella:
En cada rayo de luz
que entra por la ventana,
en la tierra que pisamos
en los pasos de la playa,
en esa primera lluvia
que da comienzo al invierno,
en cada estrella que nace
y nos guiña desde el cielo,
en cada flor, cada brisa,
cada gota de rocío
en un llanto, en una risa
en un gesto de cariño.
Celebremos este día
con nuestros seres queridos
recordando los momentos
que con ellos compartimos.
Y aunque con rabia pensamos
que Dios no es siempre justo
porque nos dejó de pronto
sin presente ni futuro,
habrá un día que junto a Él
ya estemos siempre juntos.