La fiesta de San Juan en el tiempo

Poema de Luisa Ruiz

Antes, San Juan daba nombre a un mes entero,
las abuelas le rezaban cada día,
antes, era el único motivo que tenían
para salir por las tardes de paseo.

Antaño cualquier motivo era perfecto
para poder acercarse a alguna chica,
la vida era entonces tan distinta
que San Juan era buen momento para eso.

Jugaban a la rueda tan contentos
en grupos grandes y a la luz del día,
una buena ocasión para ‘tirar los tejos’

¡Cuántas parejas saldrían ese día!
La fiesta de San Juan pa’ los abuelos
era una de las pocas ocasiones que tenían.

Las primeras excursiones del verano,
las meriendas que siempre se recuerdan:
las picotas, las manzanas, las cermeñas,
y algunas veces, incluían un hornazo.

Y a merendar en familia bajo un árbol,
a celebrar que ya se terminó la escuela,
a disfrutar cada uno a su manera,
¡qué lástima que todo ha terminado!

Son los bonitos recuerdos que nos quedan
de aquellas escapadas del verano,
de aquellos sanjuaneos que de pequeña

suponían para todos un regalo
y cuantas veces con un huevo en la azotea
esperábamos “el San Juan” del otro año.

En la mente hay un lugar donde guardamos
los recuerdos más bonitos de la infancia,
los colores, los sabores, las fragancias,
las costumbres y las fiestas del verano.

La noche de San Juan fue siempre mágica
la luna viene cargada de deseos
lo malo lo quemamos en el fuego,
la belleza y la salud está en el agua.

A medianoche la gente se prepara
la mar de espalda y los pies descalzos,
las olas van y vienen y sin pisarlas

saltamos las hogueras en la playa,
pedimos salud y suerte en cada salto 
y lo malo lo dejamos en las brasas.