...Y así va pasando el tiempo
y se van las estaciones,
igual que se lleva el viento
las palabras y emociones.

Ya se desnudan los árboles,
ya se visten las aceras 
de un manto color dorado
que trajo la primavera,
ya cobran vida las aulas,
ya las calles se vacían,
son las mañanas más grises
y las tardes más plomizas.

Ya gusta pasar más tiempo
frente al calor del hogar
oyendo crujir los leños
y viendo las llamas danzar.

Y despertarnos temprano
con aromas otoñales:
olor a tierra mojada,
a hojas secas,
a lluvia tras los cristales.

Buscando climas mejores 
se fueron las golondrinas,
y aprenderán otros nombres
y escribirán otras rimas.

Pero pronto volverán
que la vida es un suspiro,
y otra mañana de marzo
nos despertaran sus trinos.

Ya solo queda esperar 
que pase pronto el invierno,
que se despierte la vida 
y comience un ciclo nuevo
para seguir caminando 
siempre por la misma senda
llenando nuestras mochilas
de experiencias y vivencias,
que la vida es una noria
y no para de dar vueltas.