El festival Acompasao cierra sus puertas tras siete años inundando de flamenco la ciudad de Vélez-Málaga.

En un comunicado, la organización del festival asegura haber intentado continuar “con todo tipo de propuestas”, sin que ninguna llegara a satisfacer al Ayuntamiento.

Como ya ocurriera con el legado del escritor y periodista Antonio Segovia Lobillo, el festival Acompasao deberá buscar acomodo en otro municipio.

Siempre es triste perder un evento cultural de este calibre, máxime tratándose de ese flamenco ‘protegido’ por la Unesco, un arte enraizado en nuestra tierra que simboliza como pocas cosas nuestra esencia.

Podemos pensar que, como en tantas otras cosas, haya motivaciones políticas o personales. Es inevitable. Pero también hay que lamentar que, como siempre, son los ciudadanos los que salen perdiendo.

Es una historia ya muchas veces escrita y no por ello menos triste que otras. Porque buena parte del prestigio de un municipio se cimenta sobre su base cultural, las personas que contribuyeron a ello y el cuidado por las tradiciones.