La encuesta del CIS en Andalucía ha puesto sobre la mesa el desplome de Podemos y el auge de Ciudadanos hasta el punto de convertirse en segunda fuerza política, dejando atrás al PP.

El PP, que llegó a ganar unas elecciones andaluzas, parecía destinado a acabar con el gobierno socialista en Andalucía, pero ha acabado sufriendo mayor desgaste que el partido que gobierna. Se puede decir que la acción de gobierno de Rajoy y los casos de corrupción han propiciado este descenso, pero también es innegable que la política de comunicación de los populares a la hora de vender sus aciertos, nunca ha sido su fuerte, como se ha visto al ser incapaces de promocionar debidamente a su candidato andaluz.

Con muchísima menos capacidad publicitaria (en la Axarquía es prácticamente cero), Ciudadanos ha sabido jugar sus cartas con mucha más inteligencia, lo que le ha llevado a conectar con una sociedad que, si los populares no comienzan a dar a conocer más eficientemente el discurso y la imagen de su candidato andaluz, presumiblemente va a castigar aún más al PP.