Todos los indicadores turísticos han confirmado que 2023 ha sido un gran año para la provincia de Málaga y la Axarquía, especialmente sus zonas costeras. Es un logro que, ante la evidente desindustrialización de España y Andalucía en general, se ha convertido al turismo en la primera fuente de ingresos, ante los padecimientos que está sufriendo la agricultura.

Esto nos lleva a plantearnos que, a apenas cinco meses de la temporada estival -sin contar fechas relevantes como la Semana Santa- los cortes de agua van a suponer un problema mayúsculo si no se logra algo más que soluciones a corto plazo, tanto para la agricultura como para el turismo, si se quiere y hay voluntad de que los dos principales motores económicos de la Axarquía no gripen, lo que tendría consecuencias catastróficas para los ciudadanos.

Estepona, por ejemplo, ha demostrado que desde un ayuntamiento se pueden impulsar soluciones a los problemas reales de los ciudadanos, en este caso con proyectos de desalación de agua marina. 

Es momento de tomar decisiones urgentes por encima de partidismos. Los ciudadanos así lo esperan.