El sábado es el día de reflexión, aunque prácticamente todos los ciudadanos con derecho a voto tienen su decisión tomada desde hace tiempo. Es el momento de ajustar cuentas con alcaldes y concejales que no cumplieron con lo prometido o apoyar a quien se ha entregado a mejorar el bienestar de su municipio.

La Alcaldía es la institución más cercana a los ciudadanos y, por ello, la que más atención presta -o debe prestar- a sus vecinos. Es por ello que una sociedad madura no vota motivada por el partido de sus simpatías nacionales o autonómicas, sino por la capacidad de esos alcaldes y concejales en procurar un mu­­­nicipio más amable, limpio y próspero.

En estos cuatro años, ¿ha demostrado su alcalde tener las ideas claras?, ¿ha pensado un modelo de ciudad o se ha dejado llevar por molestas ocurrencias de última hora?, ¿cree que su alcalde cuando habla dice la verdad?, ¿están sus calles más limpias?, ¿se han puesto las bases para la generación de empleo o se ha limitado su alcalde a los planes de la Junta y de la Diputación?, ¿quiénes de aquellos alcaldes y concejales han trabajado duro y quiénes ha dormitado cuatro años?

Hoy hay un amplio abanico de partidos para elegir. Esperemos, por el bien de todos, que sea una legislatura fructífera.